"Mirá el vicepresidente que me pusiste", le espetó durante semanas Cristina Fernández a Néstor Kirchner en las semanas posteriores al "voto no positivo", según contó el mismo ex presidente. Algo salió mal en el experimento del fallecido Kirchner con los radicales K: la bomba Julio Cobos le explotó en las manos. Ahora que el vice deja el cargo, todos los recuerdos vuelven a la mente.
Julio César Cleto Cobos (56) no participó en ninguna elección de este año y anunció que volverá a la actividad privada como ingeniero civil. Lo que sí es seguro es que abandona la política que lo llevó a ser gobernador de una provincia rica y luego vicepresidente de la nación. La misma política que ahora lo despide con insultos (el oficialismo) e indiferencia (la oposición).
Eso sí, Cobos se va sin perderse la última fiesta, a la que no fue invitado: le tomará el juramento de reasunción a Cristina Fernández en el Congreso.
El historiador Daniel Balmaceda explicó que históricamente la relación entre los presidentes y sus vices fue tirante, pero la de Cristina y Cobos fue extrema: en cuestión de horas, el mendocino pasó de Nº2 del Gobierno a virtual líder de la oposición. De obediente K a un "traidor" con todas las letras, según repitieron a coro diputados, senadores y ministros K hasta hoy.
En el radicalismo también atravesó un camino de no creer: fue echado de la UCR cuando se proclamó candidato a vice en 2007 con los K y el año pasado los radicales, tras largas reuniones, volvieron a aceptar su afiliación. Quiso ser candidato a Presidente, pero las ambiciones de Ricardo Alfonsín lo dejaron sin chance alguna.
Cobos no renuncia. Desde aquella madrugada del 17 de julio de 2008, Cobos fue invitado a irse por todo el universo K, amenazada su persona y su familia según contó; su labor como presidente del Senado tuvo dificultades permanentes y su despacho en la Rosada quedó totalmente abandonado. Pese a todo, él se tomó la persecusión de forma serena y la soportó.
Una anécdota lo dice todo: a la mañana siguiente del voto "no positivo", casi sin dormir, Cobos se subió a su coche y manejo por la ruta 1.049 kilómetros desde la Capital Federal hacia Mendoza.
En diciembre de ese año, Cobos aseguró: "Mi voto no positivo evitó que Cristina tuviera que irse antes de cumplir su mandato". Aún así, la Presidenta estuvo a punto de pegar el portazo en un diálogo furioso con Néstor Kirchner luego de caer la Resolución 125.
"Andate Cobos la puta que te parió", le pidió por última vez Horacio Verbitsky esta semana. Ya era tarde: Cobos se ajustó a la Constitución -como siempre prometió- y cumplió, en silencio, su mandato hasta la última hora.