Julio Cobos despotricó ayer contra la conducción de la Unión Cívica Radical y dejó en evidencia un dilema que aqueja al centenario partido: cómo hacer para contener a los dirigentes que tienen algún grado de potencialidad electoral.
El ex vicepresidente brindó una conferencia de prensa en Mendoza donde manifestó su malestar por haber sido desplazado de todos los cargos más representativos. Esta semana, blanqueó su intención de ser jefe de los diputados, puesto que quedó para el cordobés Mario Negri. “Nuestro partido se encuentra con un grupo de dirigentes partidarios que hacen exactamente lo mismo que le critican” al kirchnerismo, disparó el diputado electo, que arañó el 50% de los votos en su distrito y se posicionó como uno de los presidenciables del espacio no peronista. Desde el partido le respondió el senador José Cano, que afirmó que “si hay alguien que sabe de prácticas kirchneristas es Cobos, que formó parte del Gobierno por cuatro años”.
El problema es que en el partido recibe más adhesiones Ernesto Sanz, que a partir del 13 de diciembre quedará formalizado como presidente del partido y aspira a sellar un acuerdo con Cobos, Hermes Binner y Elisa Carrió para fijar reglas claras para una interna en 2014 que defina al candidato presidencial. Cobos tiene mayor imagen pública; Sanz la estructura partidaria.
Mientras se potencia esa interna también crece el riesgo que continúe la fuga de dirigentes a las filas de Sergio Massa. Desde que salió al ruedo, el intendente de Tigre fue acompañado por radicales como Gustavo Posse y Mario Meoni, intendentes de San Isidro y Junín, respectivamente. Son dos de los dirigentes que supieron militar en el cobismo y hoy siguen manteniendo buenos lazos con el ex vice.
Después de las elecciones, otros mandatarios, como Carlos Oreste de Coronel Pringles, se sumaron. Y Massa sigue poniendo la mira en más radicales con votos propios, como Ramón Mestre (Córdoba), Horacio “Pechi” Quiroga (Neuquén) o Vilma Baragiola (ganó en Mar del Plata), entre otros. El problema no es nuevo para el radicalismo: los dirigentes que tienen aspiraciones de gobernar su municipio o provincia buscan algún referente nacional que los potencie, ante la falta de un liderazgo fuerte puertas adentro. Muchos de los que coquetearon con Mauricio Macri, en su momento, ahora miran con buenos ojos a Massa.
Y Cobos ayer hizo referencia al tema: “Se está produciendo un drenaje muy grande de dirigentes que no se encuentran contenidos por la conducción partidaria y si este mensaje no lo entiende esta dirigencia, nosotros se lo vamos a hacer entender. Tenemos que generar un espacio para contener a aquellos que no se encuentren representados”.
Los intentos de contención ya los encaró Sanz. Luego de que Mestre se reuniera con Massa, el senador mendocino insistió y logró juntarse con el intendente cordobés. Aspira a que todos los que piensen en fugarse esperen hasta 2015 y mientras tanto poder potenciar las probabilidades de todo el espacio no peronista, que en las últimas elecciones consiguió triunfos en seis provincias. Ahora, además, tendrá que buscar un equilibrio para contener también a un contendiente como Cobos