POLITICA
Con el corazoncito en la UCR

Cobos sueña sumar radicales en un eventual gobierno K

"Será otra etapa en la que tendremos que sentarnos a hablar para ver qué grado de participación podemos tener dentro del Ejecutivo", dijo el gobernador mendocino. Elogios a su compañera de fórmula, Cristina.

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| CEDOC

El candidato a vicepresidente por el oficialismo y gobernador de Mendoza, el radical K Julio Cobos, admitió que le gustaría poder incorporar a dirigentes de la UCR a un eventual gobierno junto a la senadora y Primera Dama Cristina Fernández de Kirchner y defendió las giras de la candidata presidencial por el exterior.

En una entrevista concedida a DyN en medio de la campaña por las elecciones del 28 de octubre, Cobos explicó su alianza con el kirchnerismo y rechazó las críticas de los radicales que lo acusan de dejarse "cooptar" por el gobierno nacional.

Los siguientes son los puntos salientes del diálogo que Cobos en una de sus estadías porteñas de fines de semana, mientras alterna campaña con gestión en su provincia natal, Mendoza:

—¿Qué opina de las críticas que dicen que Cristina Kirchner dedica más tiempo de campaña a giras por el exterior y no se ocupa tanto de los argentinos?
—Un presidente tiene que lograr una mayor inserción de la economía argentina en los mercados externos . No podemos vivir aislados. Quien tiene pretensiones de conducir los destinos del país, tiene que atender ambas partes, lo interno y lo externo. La senadora ha comenzado la campaña dentro del país y la está alternando con visitas a estadistas de la comunidad Europea y de América, y me parece que tiene que hacerlo.

—¿Cómo observa a la oposición?
—Zigzagueante, una oposición que va de un lado a otro, trata de captar la atención pero no mantiene una coherencia en su discurso. Distinto es nuestro caso. Yo he dicho que el gobierno no nos necesitaba (a los “radicales k”) para ganar una elección, pero sí para hacer un mejor gobierno, más amplio. Por eso nuestra fórmula se mantiene, trabajamos con un porcentaje de coincidencias de un 70 por ciento, pero eso no quita que podamos brindar una visión distinta para solucionar los problemas.

—¿Evalúan la posibilidad de un ballottage?
—No, me parece que la oposición va a estar muy dispersa y la intención de voto distante (respecto a Cristina). Los que se han intentado unir no han podido.

—¿Desde el radicalismo opositor lo acusan de dejarse cooptar por el Gobierno, con obras públicas y dinero?
—No, muchos radicales reconocen que Kirchner hizo muchas cosas que la Alianza (UCR-Frepaso) debió hacer, no pudo o no se animó, y terminó llamando al ministro de Economía que habíamos criticado en la década del 90 (Domingo Cavallo).

—¿No teme que ahora les pase con Kirchner lo que pasó con esa Alianza, que terminó en la crisis del 2001?
—No, porque no es una alianza en contra de alguien, es una alianza para sostener el crecimiento. La anterior fue juntarse para oponerse, eso es lo que no puede hacer ahora la oposición. Tiene que reconocer lo que está bien...

—El rol de los vicepresidentes siempre ha sido más que nada protocolar, ¿cómo se imagina usted?
—Como lo establece la Constitución. No competir, sino complementarse. Reemplazar a la presidenta cuando ella esté impedida de hacerlo o fuera del país. Voy a ensamblar los requerimientos de las provincias a través del Senado, con el Ejecutivo y los gobernadores. No es mi intención ir más allá.

—¿Cómo es su relación con Cristina y cómo se reflejaría eso en un eventual gobierno?
—Nos hemos puesto de acuerdo en el perfil de la campaña, consensuamos los lugares, sin grandes actos, y después, si la ciudadanía acompaña, será otra etapa en la que tendremos que sentarnos a hablar para ver qué grado de participación podemos tener dentro del Ejecutivo.

—¿Espera que haya “radicales k” en eventual gabinete?
Creo que va a haber gestos de apertura, tampoco ha sido condición nuestra. El que decide es el Ejecutivo. En la medida que haya posibilidad de colaborar, estamos dispuestos.

—¿Cuál es el cambio del que habla Cristina?
—Creo que le va a dar una mayor impronta exterior. Primero había que ordenar la casa, acomodar los números, volver a crecer.

—¿La deuda con el Club de París ya se está negociando, cree que se va a pagar antes que asuma el nuevo gobierno?
—Creo que sí, seguramente después de las elecciones.

—Cristina habla de restablecer las relaciones con sectores empresarios, sector que Kirchner enfrentó...
—Hay que hacer un nuevo contrato, como dice la senadora. Entonces, cuando tenemos que regular los precios, lo hacemos en conjunto, entre sector privado y público. Creo que la etapa que se viene es eso.

—¿Cómo imagina el Parlamento? Muchos hablan de hegemonía y rasgos autoritarios del kirchnerismo.
—No, la democracia tiene que ir madurando. El hecho que haya mayorías no quiere decir que las minorías no puedan aportar. Vamos a dar el debate.