A casi 40 días de la desaparición de Santiago Maldonado, el juez Guido Otranto finalmente decidió ordenar un minucioso rastrillaje sobre el Río Chubut, lo que significa un acercamiento a la hipótesis que la familia y la comunidad Mapuche denuncian desde el primer momento: que el joven artesano fue visto allí por última vez, luego de mantener una disputa con la Gendarmería, que fue a desalojar un reclamo de la comunidad con la orden del mismo magistrado a cargo.
Con más de 100 efectivos de la Policía Federal, la Prefectura, buzos tácticos y un helicóptero dieron inicio a la búsqueda, específicamente sobre la zona donde mantuvieron esa disputa con las fuerzas de seguridad, aunque la orden es de buscarlo a lo largo de 800 km por las aguas del río que pasa por la estancia Leleque, propiedad del grupo italiano Benetton desde 1991. No hay por ahora una fecha de finalización de la búsqueda.
Otra de las órdenes que dio Otranto fue que no podrán ingresar al territorio conocido como Pu Lof en Resistencia, el predio ocupado por la comunidad Mapuche en el departamento Cushamen, en el norte de Chubut, para respetar las pautas culturales de quienes viven en ese territorio desde hace ya tres años.
Desde temprano, una guardia de dos uniformados de la Policía Federal Argentina (PFA) impedía la llegada de extraños a las orillas del río Chubut. A media mañana, un helicóptero de la PFA con cámara sobrevoló la zona para grabar imágenes que después serán analizadas en detenimiento con equipos de última tecnología.
"Los rastrillajes se reiniciaron con un helicóptero con cámara, equipos de comunicaciones, drones y personal de Bomberos", contaron a La Nación fuentes oficiales.
La decisión de buscarlo allí implica un primer acercamiento de las versiones que dieron los testimonios de la comunidad y de la familia del joven artesano desaparecido desde el 1 de agosto, que afirman Santiago Maldonado estuvo en la protesta que terminó con el desalojo por la fuerza. Testigos de la comunidad agregaron que el joven fue visto por última vez atrapado en manos de la Gendarmería.
En ese marco, la familia ya denunció serias irregularidades en el accionar de la Justicia, que en un primer momento no apartó a la Gendarmería de la investigación ni advirtió que pudieran ser los causantes de una "desaparición forzada", acompañando los testimonios de Patricia Bullrich en el Congreso, quien también defendió a sus hombres.
Además, la abogada de la familia denunció la adulteración de los libros de la Gendarmería en el caso: "Se secuestraron todos los libros de los escuadrones 35, 36 y 37 desde el 17 de agosto y recién hoy pude ver y están todos adulterados. Todos los libros están adulterados. Simplemente había que mirar, no es que hice un gran estudio. Tienen hojas de más, pegadas con cinta scotch, con blanquito cambiaron los nombres y los datos de los vehículos", informó la abogada de la familia, Verónica Heredia.
En tanto, Sergio Maldonado, hermano de Santiago, desmintió este viernes al secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, que había afirmado que su área brindó asistencia a los testigos que declararon en la causa: “Nunca hubo una asistencia ni ayuda”, declaró y cuestionó también al resto de los funcionarios que comenzaron a admitir que Gendarmería podría estar involucrada en el hecho. “Tenían que haberlo hecho desde el primer momento, no sospechar de nosotros.”
“Me hubiese gustado que lo hicieran al segundo día (de la desaparición) como lo hicimos nosotros, no 37 días después”, dijo en alusión a Avruj y al ministro de Justicia, Germán Garavano. También les reclamó que “lo primero que debieron hacer es apartar a Gendarmería (de la investigación), más allá de que fuera culpable o inocente”, y consideró que lo que ahora resta es que “el Gobierno acepte de una vez por todas que esto es una desaparición forzada”.
“A los testigos los trajimos nosotros, nunca el Gobierno les dio protección. Esa es otra mentira más”, dijo y recordó que a quienes declararon en la causa “los trajimos nosotros”, los querellantes.
Por otra parte, pidió a la ciudadanía “que no compartan” por las redes sociales las versiones por fuera de la participación de Gendarmería en la desaparición, como por ejemplo el testimonio que ayer dijo haber llevado en su camioneta a Santiago, rumbo a Tierra del Fuego. “Es un desgaste terrible, no se puede estar todo el tiempo tratando de desestimar cosas que después se van cayendo solas”.
También pidió a los medios de comunicación que toda información que den sobre la causa sea la oficial. “Pedimos que desestimen todas esas hipótesis que no sean una desaparición forzada en manos de Gendarmería y que colaboren con nosotros”, insistió y aseguró que desde el juzgado de Esquel no se le informó a la familia sobre los rastrillajes previsto para hoy en Cushamen, a orillas del río Chubut.