Un sugestivo presente de fin de año, como los que acostumbran a enviarse de manera estratégica en el mundo empresarial, desató la furia de un puñado de jueces federales. Se trata de una elegante pluma Mont Blanc que hubiera pasado desapercibida si los magistrados no le pusieran la mirada al remitente.
La firma del presente era la del ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak, como autoridad competente del Poder Ejecutivo. Algunos jueces atinaron a devolver la cordialidad, pero otros no lo tomaron como un presente ingenuo: el propio Alak fue llamado a indagatoria por presuntas irregularidades en el manejo de Aerolíneas Argentinas, empresa que dirigió hasta 2009.
Por eso, los magistrados más impulsivos piensan en denunciarlo por dádivas. Es que la Mont Blanc no es cualquier birome de kiosco: es una pluma de fabricación alemana, a cargo de la empresa Richmond que apunta a un segmento premium. Sus precios en el país acompañan el prestigio y ninguna baja de los $ 6 mil pesos, pudiendo encontrarse modelos que hasta triplican ese monto, sin hablar de las ediciones limitadas. Todas ellas vienen con caja, CD y estuche. Los más fanáticos de la marca, además de coleccionarlas, le mandan a grabar inscripciones particulares sobre un enchapado en oro.
“Sigan firmando”. Sin embargo, la lectura que hicieron los jueces federales fue más allá: es un presente por el año en el que más fallos firmaron contra funcionarios del Gobierno. Desde los tres procesamientos al vicepresidente a Amado Boudou, con su posterior elevación a juicio oral que se dará en medio de la campaña, el allanamiento a Hotesur S.A. y la solicitud de declaraciones juradas de la familia presidencial marcaron la agenda más oscura a nivel judical.
Según La Política Online, Alak le hizo llegar el regalo a por lo menos 12 jueces federales en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal, y a los integrantes de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal.
Sólo el tiempo dirá si la denuncia por dádivas se hace efectiva.