El secretario de Medios Enrique "Pepe" Albistur es un hombre rápido para los números. Eso no es novedad. Lo curioso es que no tiene miedo de dejar rastros de sus manejos pocos claro al frente de una oficina pública. Semanas atrás, Perfil.com publicó los honorarios que el empresario metido a funcionario público le pagó a los cantantes populares que suelen animar los actos festivos del Gobierno. En el caso de Mercedes Sosa, por ejemplo, le pagó 362.000 pesos por una actuación en la Expo Zaragoza en España. Pocos meses antes, Albistur contrató a la misma artista para su teatro Nuevo Ateneo, pero apenas si le pagó 30.000 pesos. ¿Por qué el secretario de Medios contrata tan caro para el Estado?
El 22 de diciembre del año pasado, la cantante tucumana actuó en el ND Ateneo, el teatro que regentea Pepe Albistur. Según el resumen de la empresa Ticketet, que comercializa las entradas, ese día 475 personas que dejaron 43.572 pesos de recaudación. De ese dinero, el teatro se queda con el 20% y SADAIC se lleva un 11%. ¿Cuánto le queda para el artista? En este caso, alrededor de 30.000 pesos, si es que Albistur no decide cobrarle la pegatina de afiches. Como se sabe, el secretario de Medios es dueño de una imprenta y tiene en forma irregular la concesión de la cartelería pública de la ciudad de Buenos Aires. Cuando él anuncia los recitales en su teatro en esas carterleras verdes, le descuenta a los cantantes unos 2.000 pesos (al fin y al cabo, Albistur es el pegaafiches más famoso de la Argentina).
Lo que no se ha preguntado aún algún organismo de control, podría preguntárselo ahora con la documentación que publica Perfil.com. Si el empresario Albistur sólo paga 30.000 pesos por actuación a un cantante por qué multiplica la cifra por diez cuando lo hace con plata del Estado. Es una buena punta para que investigue la Oficina Anticorrupción, de tan bajo perfil en el último año.
En el caso de Sosa, supongamos que cobre el doble en el extranjero, la diferencia fue de 300.000 pesos. La pregunta surge inevitable: ¿quién se queda con la diferencia?
(*) Editor general de Perfil.com