La Cámara Nacional Electoral deberá resolver antes del 1° de marzo las tres disputas en torno a quién ocupará las bancas que dejaron Felipe Solá, para ser canciller, el macrista Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón y la que abandonará Elisa Carrió a partir del inicio del año legislativo. La dificultad reside en que los fallos en primera instancia tuvieron criterios contrapuestos sobre la interpretación de las normas vinculadas a la paridad de género que la CNE ahora está obligada a unificar.
En la provincia de Buenos Aires, la referente del PRO Adriana Cáceres aspira a asumir en lugar de Montenegro, con el criterio de “corrimiento” sustentada en la ley de cupo que regía en 2017, cuando fue conformada la lista. En los últimos días Cáceres sumó un punto con una presentación del Ministerio Público Fiscal que le dice a la Cámara que es ella quien debe asumir.
Lo mismo reclama Liliana Schwindt, del Frente Renovador, que busca ocupar el lugar vacante que dejó Solá. Ambas recibieron un fallo a favor en primera instancia pese a las apelaciones que realizaron Marcelo Del Sol (PRO) y Marcelo “Oso” Díaz (GEN), quienes se encontraban un lugar por debajo en la boleta pero que consideran que les corresponde a ellos el reemplazo porque el renunciante es un hombre. La disputa podría sumar un nuevo capítulo con la próxima renuncia de José de Mendiguren, otro de los diputados que integró esa boleta, para irse al BICE.
En la Ciudad de Buenos Aires, Patricia Holzman (PRO) es quien pretende reemplazar a Carrió pero ya surgió una apelación de parte de José Luis Patiño, cercano a Emilio Monzó. En la lista de Vamos Juntos de 2017, Patiño ocupó el 10° lugar, mientras que Holzman estaba en el 11°. Sin embargo, el fallo de María Servini de Cubría dictó que correspondía a Holzman ocupar la banca por el criterio de paridad, pese a que en ese entonces aún no estaba vigente la ley, votada a fines de 2017.
La responsabilidad ahora recae en los camaristas Santiago Corcuera y Santiago Dalla Vía, que tomaron decisiones contrapuestas en casos anteriores, lo que obligaría a citar a un tercer juez para desempatar.