El grupo de cesanteados en la localidad tucumana de Concepción que obligó por la fuerza a permanecer atrincherado al nuevo intendente del frente Cambiemos, Roberto Sánchez, consiguió su objetivo. Tras una presión que mantuvo encerrado al dirigente en el palacio comunal por 16 horas y una dura negociación, los 470 militantes kirchneristas podrán mantener sus puestos de trabajo.
Los trabajadores fueron designados a planta permanente por el intendente kirchnerista saliente Osvaldo Morelli pocos días antes de abandonar su cargo. Cuando Sánchez asumió la intendencia anunció que iba a dar de baja dichos contratos, por lo que los cesanteados generaron incidentes alrededor de la municipalidad con quema de neumáticos y basura, en rechazo a los despidos desde anteayer a las 23 horas.
Sánchez, entre otros dirigentes, acusó al kirchnerismo de estar detrás de los incidentes. Después de 16 horas de negociaciones e intervención de funcionarios judiciales, provinciales y municipales el intendente pudo salir del edificio, pasadas las 15 de ayer, con custodia policial.
"Queremos preservar el trabajo de la gente, pero dentro de un marco viable para el desarrollo de una gestión en paz, sin conflictos", manifestó el flamente jefe comunal, quien asumió el pasado 31 de octubre tras haber recibido amenazas hace dos semanas y un ataque con bombas molotov en su casa.
El acuerdo se firmará pasado el mediodía de hoy en la Casa de Gobierno de Tucumán con la participación de los ministros del Interior, Miguel Acevedo, y de Gobierno, Justicia y Seguridad, Regino Amado, quienes participaron activamente de la negociación con los protestantes.
En el acuerdo se dictaminará un compromiso de la Provincia para cubrir la planilla salarial de 110 de esos empleados que quedarán en planta permanente contratados en Concepción. Se trata de aquellas personas que trabajaron por más de seis años para la administración. Otros 110 quedarán a cargo del municipio, mientras que los 220 restantes seguirán con contratos temporarios o como monotributistas.