Una multitud de jóvenes participó de la trigésima tercera peregrinación juvenil a pie a Luján, donde el cardenal Jorge Bergoglio alertó hoy, a tres semanas de las elecciones presidenciales, sobre aquellos que "mienten" y "engañan" al pueblo al no cumplir lo que prometen, aunque sin identificarlos. "El mentiroso por esencia nos muestra vidrios de colores y nos quiere hacer creer que son joyas preciosas", advirtió el purpurado porteño ante miles de peregrinos que, a pesar del cansancio de andar 70 kilómetros, participaron de la misa principal en la Plaza Belgrano.
Tras asegurar que quien actúa de ese modo es como "el demonio, que nos engaña, nos promete y no nos paga, porque como es mentiroso es un mal pagador", Bergoglio recordó que Jesús lo definió como "el padre de la mentira".
"Para que se nos defienda de esta confusión de la mentira, que el demonio siempre procura meternos en el corazón, recemos a la Virgen: Madre ayúdanos a vivir en la verdad", pidió el primado argentino a la multitud, parafraseando el lema que identificó este año a la tradicional expresión de fe popular. Bergoglio invitó luego a los jóvenes a poner la mano sobre el hombro de quien estaba al lado para que, "unidos como pueblo, repitamos el pedido: 'Madre, ayúdanos a vivir en la verdad'".
En las intenciones de la misa, los fieles rogaron a la Virgen que "ilumine a los corazones de quienes gobiernan la patria", y también por los jóvenes para que "se afirmen en el camino verdadero". A las 6.43, aplausos y vivas a la Virgen recibieron la "imagen cabecera" que partió ayer al mediodía del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers. En la Plaza Belgrano la mayoría descansaba en el suelo, pero al verla llegar se pusieron de pie para recibirla, mientras se escuchaba la canción "Madre del pueblo, bendita eres".
"Esto es una emoción impresionante", dijo Mario Bianchi, uno de los que colaboró en transportar la imagen hasta Luján y la colocó sobre el altar. La mayoría de los caminantes se ubicó delante del altar levantado frente a la basílica, que lucía los pañuelos que identifican a las Madres de Plaza de Mayo, que el jueves -a instancia del intendente local, Miguel Prince- se colocaron allí para repudiar la actuación de "la Iglesia de Bergoglio" durante la última dictadura militar.
Todos buscaban hacerse notar entre la muchedumbre. Algunos con pancartas para identificar su parroquia o lugar de origen, otros con banderas o viseras con la imagen de la Virgen. Unos pocos dormían en el suelo con los pies en alto, sin escuchar el sermón de Bergoglio. Previamente, los peregrinos cumplieron con el ritual de ingresar a la basílica para pedir, agradecer o simplemente rezarle a la "Madre". Tampoco olvidaron comprar algún souvenir para los que no vinieron en los muchos puestos callejeros que hay en los alrededores del templo. La novedad esta vez fue "el certificado de peregrino", una suerte de constancia de que la persona hizo el trayecto entre Liniers y Luján.
La DDI de Morón, habitualmente a cargo del operativo, no aportó este año un dato estimativo de la cantidad de personas que participaron de la marcha, pero un vocero de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular dijo a DyN que "no importaba cuántos fueron, sino saber que lo hicieron con fe y esperanza, porque confían en María de Luján, la madre de los argentinos, aun en tiempos difíciles".
Fuente: Dyn