El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, dijo hoy que "el diálogo" entre los tres poderes del Estado "debe existir" y opinó que "si un juez se siente presionado, debería renunciar".
"No nos sentimos atemorizados ni nada. Hay que acostumbrarse a que los debates existan, que hacen bien a la democracia. El diálogo de poderes tiene que existir, pero si uno se sintiera presionado, no debería ser juez", sentenció Lorenzetti en declaraciones a radio Continental.
El 24 de marzo último el presidente Néstor Kirchner exhortó al Consejo de la Magistratura a "proceder" contra cuatro jueces de la Cámara Nacional de Casación Penal denunciados por presuntas dilaciones en los juicios a represores de la última dictadura militar, y las manifestaciones del jefe de Estado derivaron en un conflicto con el Poder Judicial.
El camarista Alfredo Bisordi reprochó públicamente la "intromisión" del gobierno en la Justicia y tomó licencia luego de haber sido instado por el ministro del Interior, Aníbal Fernández, a renunciar a su cargo.
Antes de iniciar la licencia, Bisordi se encargó de aclarar que no renunciará bajo "aprietes".
En ese contexto, la Corte emitió un comunicado en el que pidió "mesura" al gobierno y reclamó respecto a la "honorabilidad e independencia" de la justicia, a lo cual el propio Kirchner salió a responder con un discurso en el que se quejó de las reacciones "corporativas" y señaló que merced a su "desmesura" fue renovado el máximo tribunal.
Si bien Lorenzetti no mencionó expresamente el trasfondo de tensión que enmarca la relación de los jueces con la administración Kirchner, hoy opinó que "si un juez se siente presionado, debería renunciar".
Bisordi, uno de los camaristas denunciados ante el Consejo, así como representantes de la Asociación de Magistrados y otras entidades rechazaron precisamente lo que calificaron como las "presiones" del gobierno.
Y en las últimas horas renunció la juez Amelia Berraz de Vidal, integrante del tribunal de Casación al que Kirchner reprochó supuestas demoras en los juicios a represores.
"Los jueces deben tener firmeza, fortaleza espiritual para saber que siempre hay gente que va a decir una cosa, gente que va a decir otra. Hay presiones de todo tipo en la actividad de un juez, pero tiene que tener mucha firmeza espiritual y teórica para decidir de modo imparcial, porque si se dejara presionar, no puede ser juez", abundó Lorenzetti.
El gobierno, además, impulsa una reforma judicial que modificará el funcionamiento de la Cámara de Casación, de la cual se alejará Berraz de Vidal el primero de junio, mientras cuatro de sus doce integrantes -Bisordi, Gustavo Hornos, Ana María Capolupo de De Durañona y Vedia y Eduardo Riggi- afrontan cargos ante el Consejo de la Magistratura por el supuesto retardo en el trámite de causas por crímenes de lesa humanidad.
Fuente: DyN