Año 2003. La AGN realizó un trabajo sobre la información suministrada por el INCAA para su revisión, correspondiente al ejercicio 2003. Tajante, el organismo de control destacó que el Instituto “no informó el 83% de la adquisición de bienes y contratación de servicios” en ese período, “no informó el 100% de las erogaciones y no informó el 100% de las recaudaciones”. Las cifras no informadas para el chequeo de la AGN superaban los $127 millones sólo en ese lapso auditado.
Año 2004. La SIGEN hizo su Informe de Evaluación del Sistema de Control Interno en el INCAA durante 2004. Allí, con el título “Aspectos Críticos”, apuntó contra la política de créditos y subsidios:
* No se cuenta con un sistema computarizado integrado y con mínimas normas de seguridad, a fin de llevar un adecuado control sobre los créditos otorgados.
* Deficiente evaluación de la capacidad económica y financiera de las personas físicas y jurídicas beneficiarias de créditos.
* Existencia de créditos otorgados directamente por el Instituto, violando lo dispuesto por la ley.
* Deficiente cumplimiento de los procedimientos y controles previstos en la normativa emitida por el propio Instituto para las distintas etapas del proceso.
Y en el capítulo Exposición a Riesgos, remarcó: “La ausencia de información confiable, la falta de una acción programada y pautada en las actividades de fiscalización y el apartamiento de la normativa que regula el otorgamiento de créditos y subsidios que conforman la razón de ser del Instituto, como así también la debilidad en las acciones tendientes al recupero de los créditos otorgados exponen a la organización a riesgos de magnitud. La calidad de los controles existentes evidencia altas probabilidades de ocurrencia de desvíos, errores o irregularidades.”
Año 2005. En su Informe de Evaluación del Sistema de Control Interno en el INCAA correspondiente a ese período, criticó “las fallas de control relacionadas con la cartera de créditos y la distribución de los subsidios otorgados; y el apartamiento en ciertos casos de los procesos para la adquisición o contratación de bienes y servicios”.
Concluyó: “Aún persisten deficiencias relevantes en áreas sustantivas del Organismo, por lo que se considera que el sistema de control interno imperante es débil, dado que puede verse afectado el logro de niveles adecuados en cuanto a eficacia, eficiencia, economía y legalidad.”
En tren de detalles, en relación con los créditos y subsidios el informe señaló la “deficiente evaluación de la capacidad económica y financiera de los beneficiarios y de la documentación para el otorgamiento de créditos y liberación de cuotas”. También cargó contra el cobro de los créditos: hay “carencia de un detalle exacto de la deuda vencida e impaga” y “deficientes controles a fin de gestionar el oportuno cobro”.