La Cámara de Senadores aprobó esta madrugada y convirtió en ley el proyecto sobre salud mental, cerrando con esa votación una larga jornada de trabajo. La norma, aprobada por unanimidad, reconoce la autonomía de las personas con padecimientos mentales y su capacidad para decidir sobre lo que desean, propugna la no discriminación de las personas por esa situación e incluye las adicciones como parte del campo de la salud mental.
El titular de la Comisión de Salud y Deportes, José Cano, fue el miembro informante que defendió la propuesta sancionada por la Cámara de Diputados, aunque el proyecto no logró dictamen mayoritario en las cuatro comisiones que debatieron hasta el martes a la tarde un texto unificado. Senadores que apoyan la iniciativa destacaron que el proyecto es uno de los más importantes en materia de derechos humanos de los últimos tiempos, porque cambia el paradigma en el enfoque de la salud mental.
Destacaron que la propuesta terminará de hecho con los manicomios, al establecer que los enfermos mentales tengan que ir a atenderse a un hospital mental, y que el hospital general tenga el servicio de salud mental. El texto que busca asegurar el derecho a la protección a los pacientes con este tipo de problemas, establece un piso de garantías similar al sancionado por los tratados internacionales e incluye a los adictos problemáticos como pacientes del sistema de salud.
Asimismo se consagra el derecho a una atención integral, comunitaria y gratuita, desalienta las internaciones indefinidas y promueve la creación de equipos interdisciplinarios de profesionales, capacitados y acreditados para atender la salud mental. Profesionales de la salud y del derecho criticaron en el debate en comisión esta disposición, la consideraron "inaplicable" y reclamaron un tiempo de transición y más presupuesto.
Fuente: DYN