Casi 7 años pasaron desde que Paulina Alejandra Lebbos (23) fue brutalmente asesinada en Tucumán cuando salió de un boliche. El mismo tiempo que su padre, Alberto Lebbos, utilizó para pedir Justicia y que se encuentre a los asesinos. Hoy no hay un solo indicio concreto. Y la hipótesis de la familia tiene una sospecha: hay "hijos del poder" involucrados. Y él acusa directamente al gobernador José Alperovich por "proteger a todos los funcionarios acusados"
En un hecho insólito, en abril del 2006 Alperovich declaró saber quien era el asesino de Paulina. Luego se llamó al silencio. Días atrás los pocos opositores que tiene el mandatario en la Legislatura provincial intentaron avanzar en el pedido de juicio político. No prosperó y ahora en declaraciones al programa televisivo "A Las Siete", que conduce su cuñado Carlos Rojkés dijo estar "de acuerdo con lo que dice la oposición. Si hay que ir a la Justicia, estoy dispuesto a acompañarlos, debe haber impunidad cero en Tucumán".
Extraoficialmente se manejan dos hipótesis: que murió de manera accidental por un golpe en la cabeza y que fue estrangulada durante una fiesta en la que participaron "hijos del poder" que luego quisieron deshacerse del cuerpo. Desde entonces la causa se llenó de sospechas, a tal punto que el primer fiscal del caso, Alejandro Noguera, fue apartado luego de que fue fotografiado saliendo de una reunión en la casa de Alperovich.
La indiferencia del Poder Judicial tucumano con la causa de su hija fue tal que, desesperado, ahora Alberto llegó a Buenos Aires para entregarle personalmente una carta a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para que lo ayude.
Perfil.com: - ¿Las sospechas de encubrimiento surgieron desde el primer día que encontraron el cuerpo?
Lebbos: - El jefe de policía me dice que después de un intenso rastrillaje habían encontrado a Puaulinita. Pero después se arrima un jovencito que vive en el lugar, que me conocía, y me dice que la habían encontrado unos vecinos de él, entonces, ¿qué rastrillaje? Ahí empieza esta terrorífica maniobra de encubrimiento.
- ¿Usted está convencido de que tiene que ver con la participación de "hijos del poder"?
- Hipótesis hay muchas pero usted a cualquier persona le pregunta en Tucumán y le va a dar esta: lo que no se ha hecho nunca en la Justicia es llamar a declarar a ninguno de estos personajes, hijo de ningún gobernante ni hijo de ningún secretario de gobernante, a nadie. En 2006 inicié querella criminal por encubrimiento agravado contra el ministro de Seguridad de ese entonces, (Pablo) Baillo, de la dictadura, contra el secretario de Seguridad de la provincia, contra el jefe y subjefe de la Policía, el jefe de la regional norte, el comisario (Enrique) García que estaba a cargo de la jurisdicción de donde se encontraba Paulina. Esa demanda no prosperó, con el agravante de que Alperovich, con conocimiento de todo, a todos estos personajes los ha premiado.
- Le pidió explicaciones al fiscal Carlos Albaca, ¿qué respuesta le dió?
- El fiscal siempre dice que están investigando, investigaciones secretas. Hace 7 años que no se hacen cruces telefónicos. No tengo acceso a la causa, no puedo ver el informe que ha hecho la Gendarmería cuando hizo la reconstrucción del hecho, no puedo ver el informe de tres detectives de la Federal, no está. Está paralizada la causa, no avanza.
- Al caso se lo compara con el de María Soledad Morales en Catamarca.
- Indudablmente. Porque acá hay una trama terrible de impunidad que se está confabulando donde altos funcionarios de la Policía y altos funcionarios del ministerio de Seguridad han hecho todo para encubrir algún hijo de Gobernador, algún hijo de poderoso, algún hijo de secretario, alguien que tiene mucho poder.
- El día del velorio de Paulina, usted tuvo la visita de funcionarios tucumanos.
- Alperovich mismo fue. Me decía que me quede tranquilo, que yo no iba a trabajar más, que iba a cobrar. Yo no quiero ni plata ni premios. Quiero justicia por Paulina. Porque los asesinos de Paulina están sueltos. Y están protegidos por Alperovich.
(*) De la redacción de Perfil.com.