En el marco de la Cumbre Iberoamericana de presidentes en El Salvador, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó una lapidaria crítica al neoliberalismo y a los defensores del libre mercado y aseguró que la caída de los paradigmas que planteaba la no intervención del Estado fue la “crónica de una muerte anunciada” porque “el final era inevitable”.
La Presidenta aclaró hoy que el Gobierno no "estatiza" los fondos de pensión administrados por las AFJP, sino que "cambian de administración", y advirtió que existe una "distorsión comunicacional" en el tratamiento del tema.
“De 450 mil jubilados privados, el 77% tiene que estar siendo asistido por el Estado, que transfiere 4.000 millones al sector privado, sino no llegarían a la jubilación mínima”. Además, marcó que el sector privado utiliza un 10% de sus fondos en gastos de administración, mientras que el sistema público sólo un 3,5%.
“En pocos días, me tocará viajar a Washington para participar del G20 desde el ojo del huracán, el centro de la tormenta”, contó Cristina quien volvió a defender su definición de “efecto jazz”, que se ubica, dijo, en el mismo centro de la conducción del modelo. Asimismo, manifestó que se debe “asumir la crisis y el fracaso” y marcó que en estas situaciones siempre “terminan pagando los más vulnerables”. “El modelo indestructible ha fracasado”, sentenció.
Luego, la Presidenta aclaró que la necesidad de que el Estado intervenga en la economía y los mercados de un país no responde a una cuestión ideológica, como muchos quieren hacer creer, sino a lo empírico. “Nunca en toda la historia ningún gobierno construyó tantas viviendas y escuelas”, acotó en referencia a la presidencia de su marido y la suya propia.