Cristina Kirchner será protagonista hoy de un momento histórico. Las primarias y las encuestas vaticinan que recibirá, posiblemente, el caudal de votos más grande que un presidente haya tenido desde el regreso a la democracia. Marcará, además, la continuidad de un mismo proyecto político durante doce años. Todo un récord. La jefa de Estado votará hoy en Río Gallegos. Luego volará a Buenos Aires para seguir los resultados desde el Hotel Intercontinental, donde el kirchnerismo ya preparó su búnker.
Segundo mandato. Pero con un resultado que parece cantado, en el Gobierno ya están pensando en el segundo mandato. Varios funcionarios admitieron a PERFIL que el porcentaje que obtenga en las urnas determinará una profundización de las medidas que tomó en los últimos cuatro años. Amortiguar el impacto de la crisis económica es la mayor preocupación en la Casa Rosada.
Más allá de que no lo admitan puertas afuera y contra lo que se cree, el sector más ultrakirchnerista del Poder Ejecutivo es el más consciente de los efectos que puede tener el derrumbe de las finanzas en el mundo. “Los más talibanes son los que más saben que hay que hacer algo con eso”, explicó a este diario un asesor del Gobierno. Pero, como dicen en el peronismo, las críticas se hacen desde adentro.
CFK no tiene en su agenda desactivar el consumo. Al contrario. Tomará medidas para incentivarlo. Pero sí evalúa reducir los subsidios al transporte, escalonarlos para que paguen más los que pueden y menos los que no. Y desactivar parcialmente el subsidio a la energía y el gas.
Pero no tiene en mente arreglar con el Club de París ni cancelar deudas con el Ciadi.
Según reveló un funcionario a PERFIL, las obligaciones de Argentina con el club de países europeos ascienden a 7 mil millones de dólares. “Para acordar, hacen falta dos cosas: una es ceder ante el FMI y eso Cristina no lo va a hacer. La otra es pagar por adelantado 4 mil millones de dólares”, agregó el funcionario. “En el Ciadi, la Argentina tiene demandas por 15 mil millones de dólares. Ya hay camaristas que sostienen que, cuando el Gobierno ofrezca pagar, fallarán diciendo que hacerlo afecta la soberanía”, indicó la misma fuente.