La exjefa de Estado había anticipado la cesión de bienes a sus hijos en una publicación en su cuenta de Facebook, en la que escribió: "El 50% de los activos financieros, los bienes muebles y los inmuebles que me correspondieran en concepto de bienes gananciales en la sucesión de Néstor Carlos Kirchner fueron cedidos legítima y legalmente a mis hijos, dentro del expediente sucesorio".
La diputada y querellante en varias causas contra la exmandataria, Margarita Stolbizer, presentó un escrito en la Justicia en el que acusó a Fernández de Kirchner de "insolvencia fraudulenta", es decir, que sostenía que la exjefa de Estado se desprendía de sus bienes para conservar todo el patrimonio ante cualquier medida judicial.
El diario La Nación informó que la expresidenta realizó la cesión de sus bienes cuando apeló al procesamiento de Bonadio, según consta en los documentos del Registro de la Propiedad Inmueble de Santa Cruz a los que tuvo acceso.
Cristina le otorgó a Máximo y Florencia tres terrenos que se adquirieron en el año 2007: un predio de 4,4 hectáreas en El Calafate comprado por $ 264.638; una parcela de 1,8 hectáreas en El Calafate que le fue vendida por $ 136.935; y un terreno de 3,6 hectáreas adquirido en $ 150.000.
Además, a su hija le transfirió US$ 5,6 millones de sus plazos fijos, los cuales fueron hallados en una caja de ahorro y una caja de seguridad del Banco Galiciaque fueron posteriormente embargados por el juez Julián Ercolini en la causa Hotesur.
De los documentos del Registro de la Propiedad Inmueble de Santa Cruz también se desprende que los bienes cedidos tienen irregularidades. Cristina no registró el 50% de esos terrenos cuando falleció su marido, sólo informó de los mismos a partir de 2011 en sus declaraciones juradas. La inscripción oficial se llevó a cabo pocas semanas antes de que se ordenara la inhibición de sus bienes.