La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se presentó ante su público en Morón para inaugurar obras y brindar un largo discurso. Acompañada por los ministros de Salud, Juan Manzur, del Interior, Florencio Randazzo, y del titular del AFSCA y exconcejal de Morón por la Alianza e intendente del mismo partido, Martín Sabbatella, la mandataria cargó contra la oposición, los medios, los militares y otros clásicos de su oratoria.
En un nuevo aniversario de la reinstauración democrática en la República Argentina, la mandataria utilizó la inauguración de la primera etapa de la construcción de un nuevo edificio hospitalario –aunque fue anunciado como inauguración de un hospital– para centrar su discurso en la década de los setenta y la última dictadura militar.
“Siento que ellos están mas presentes que nunca”, dijo la Presidenta luego de cortar la cinta de la obra, tras lo cual aseveró que estaba “cumpliendo el sueño de miles y miles de argentinos”.
Luego, la mandataria afirmó que también realizó obras en la Auditoría General de la Nación “para que nos puedan controlar bien desde la oposicion”. A continuación, enumeró datos sobre el plan Procrear y celebró la inauguración de la escultura de Arturo Jauretche en la 9 de Julio.
La mandataria recordó que en el lugar en el que se llevaba el acto, antiguamente se encontraba la mansión Seré, centro clandestino de detención durante la última dictadura, tras lo cual presentó a uno de los sobrevivientes, Carlos García, quien aclaró que eran varios los sobrevivientes presentes en el lugar.
La Presidenta recordó que “los militares están presos, pero que los civiles que se enriquecieron con la dictadura están libres”, tras lo cual dijo hay que “pedirles a los hombres y mujeres que quieren conducir la Argentina que también se pronuncien en esta materia”.
“No me importan tanto las palabras necias como los silencios cómplices”, agregó la jefa de Estado, quien pidió “pronunciamientos claros respecto a los derechos humanos” por parte “de los hombres y mujeres que quieren conducir la Argentina”, lo cual consideró “una obligación”.
“Hemos construido una sociedad mas igualitaria, no nos alcanza únicamente con la libertad, porque sin igualdad tampoco hay democracia”, sostuvo la mandataria en el inicio de una larga cadena de autoelogios que continuó con “estamos construyendo cada dia más y mejor ciudadania” y “hemos transformado al país”. Siguió con “hemos vuelto a instaurar la alegria” y finalizó con el reconocimiento a los “miles de jóvenes que se suman a la política, pero no como nosotros, con los puños arriba sino con banderas”.
Finalmente, luego de recordar que todo el poder adquisitivo perdido durante la crisis de 2001 fue recuperado por el salario mínimo vital y móvil, sentenció: “A seguir trabajando, argentinos, a las cosas”.
