Con dos horas de demora, Cristina Kirchner llegó a la provincia de Jorge Capitanich, a quien llamó, cariñosamente, "Coqui", en la parte inicial de su discurso, tratando de animarlo en el difícil momento que viven los aliados incondicionales del oficialismo. Formalmente, el viaje fue para inaugurar algunas obras y firmar acuerdos con Aeropuertos 2000. En primera fila estaba Eduardo Eunekián, CEO de la empresa.
En el discurso del acto no hizo mención a la votación adversa en el Senado, simplemente dejó algunas frases elípticas: "pese a todo, y cuando digo pese a todo ustedes saben de qué hablo, crecimos al 8%". Agregó: "hay agoreros que creen que el país puede pertenecerle solamente a unos pocos, y nosotros estmaos convencidos que la Argentina debe pertenecernos a todos".
"En un día muy especial, y muy vinculado a esto de la infraestructura aeroportuaria, hoy Argentina ha comenzado el proceso de recuperación de su línea de bandera", dijo, al referirse al tema que la ocupó en su discurso. "Hemos aprendido con fracasos. Los argentinos a veces pareciera que no podemos hacer aprendizajes de los fracasos. Hacer aprendizaje de las cosas que se hicieron mal", afirmó.
Pero los palos vinieron en una segunda parte del discurso, en un palco vecino, ante los militantes que había arrimado Capitanich. Luego de los gritos y aplausos de rigor, la Presidenta fue entrando en calor y mostró que, al menos hoy, el resultado del Senado no ha significado ningún tipo de flexibilidad en el discurso público K. Empezó agradeciendo "a mis amigos gobernadores Capitanich y Gildo Insfrán". Y pasó a los temas calientes: "Me han acompañado algunos que no pertenecen a mi partido y han defeccionado otros que pertenecen a mi partido", dijo Cristina, tajante, en obvia alusión a los legisladores del oficialismo que terminaron siendo determinantes para la derrota en el Senado.
"Quiero decir que nosotros nunca los hemos traicionado, podemos mirarlos a los ojos", disparó sin piedad sobre el vicepresidente y los díscolos del propio PJ. Y había más "tal vez no hayan entendido lo que le habíamos dicho a la gente en noviembre. A algunos les cuesta más entender, tal vez algún día lo entenderán...", sentenció. Ni Néstor lo habría hecho mejor.