Respondiendo rápidamente al pedido de audiencia llegado el último lunes, la presidenta Cristina Fernández -acompañada del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el canciller Jorge Taiana y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri- recibió hoy al cardenal Jorge Bergoglio. Este llegó a la Rosada con los obispos Luis Villalba, Agustín Radrizzani, Sergio Fenoi, y el vocero del Episcopado, Jorge Oesterheld.
Durante el encuentro, la Presidenta volvió a dar señales conciliatiadoras a las autoridades eclesiásticas, que de esta manera retomaron los contactos formales con el Poder Ejecutivo, después de que en el 2005 el ex mandatario Néstor Kirchner cortara relaciones con el clero por las diferencias surgidas alrededor de la figura de monseñor Antonio Baseotto.
Finalizada la reunión, que duró alrededor de 40 minutos, el vocero del Episcopado Oesterheld señaló a la prensa que espera que el diálogo iniciado con Cristina Fernández continúe “fluido y normal”, lo que vaticina una reapertura de las conversaciones entre ambas partes durante el gobierno de la flamante Presidenta.
A su vez, se conoció que las autoridades eclesiásticas le entregaron a la Presidenta un documento donde incitan a la construcción de un país desde la inclusión social, al tiempo que pidieron una "autonomía real" de los tres poderes del Estado, aunque no realizaron ninguna crítica específica.
Un saludo que se hizo esperar. Con el encuentro de esta tarde, el purpurado porteño concretó el postergado "saludo protocolar" a la primera mandataria Fernández. El miércoles pasado, el Episcopado cerró dos días de deliberaciones en Buenos Aires sin pedir audiencia en ese momento, solicitud que se hizo este lunes.
Las especulaciones sobre una eventual visita de la cúpula episcopal a la Casa Rosada comenzaron a acrecentarse tras algunas señales conciliatorias de las partes. Entre otras, que Cristina Fernández haya expresado su oposición al aborto y que alentara, en su primer discurso, a encarar una nueva etapa "sin odios ni rencores".
Asimismo, la carta que la Comisión Ejecutiva eclesiástica remitió a la senadora apenas conocido su triunfo, para felicitarla y augurarle éxitos en su gestión, adelantaron una recomposición de las relaciones rotas, después de que Bergoglio asumiera la presidencia del Episcopado en noviembre de 2005.