El mes de febrero es para los Kirchner el mes de los cumpleaños. Hoy le toca soplar las velitas a Cristina Fernández, que cumple 57; el 16 pasado festejó Máximo, el hijo mayor del matrimonio; y el 25 le tocará el turno a Néstor.
A pesar de que en la agenda presidencial no haya programada ninguna actividad oficial para hoy, a Cristina le gusta decir que "cuando uno es presidente, es presidente las 24 horas, los 365 días del año" y que por eso ella festeja sus cumpleaños "trabajando".
Salvo que Néstor modifique esta vez sus costumbres y decida sorprender a su mujer, Cristina no recibirá ningún regalo. Ella misma confesó el año pasado que su marido nunca le obsequiaba nada: " En mi vida me regaló algo para mi cumpleaños. Déjelo ahí. Diría otro: campaña sucia contra Kirchner", contó risueña en un diálogo telefónico con el matutino Radio 10.
Desde que los Kirchner están al frente del Ejecutivo nacional, eligen la intimidad de Olivos para celebrar los cumpleaños en familia. El año pasado, asistieron al festejo de los 56 de Cristina su madre, su hermana, sus dos hijos, su nuera y su marido. Habrá que ver quiénes se reúnen hoy alrededor de la mesa, cuando la presidenta cierre los ojos para pedir los tres deseos.