La presidenta Cristina Fernández de Kirchner partió este martes hacia Nueva York para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas donde está previsto que hable el miércoles próximo, en donde se tratarán temas de trascendencia para la actualidad política internacional.
La mandataria argentina renovará el miércoles su reclamo ante la Asamblea General de la ONU para que comparezcan ocho funcionarios iraníes implicados en el atentado en 1994 contra la mutual judía AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos.
La justicia argentina reclama las extradiciones del actual ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, del ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani y del ex canciller Alí Akbar Velayati, por su presunta implicación en el ataque perpetrado el 18 de julio de 1994, todos ellos con orden de captura internacional avalada por Interpol.
A la par, está previsto que en su discurso ante la asamblea, la jefa del Estado, quien será la séptima en tomar la palabra, renueve el reclamo argentino ante Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas.
La Casa Rosada difundió parte de la agenda a desarrollar durante su breve estadía, entre la que se destaca una entrevista con su par chileno Sebastián Piñera. Luego, lo hará con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Legarde. El regreso a Buenos Aires está previsto para el jueves por la mañana. Acompañan a la jefa de Estado el ministro de Planificación, Julio De Vido; y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, entre otros funcionarios.
Un hecho significativo de la 66ª Asamblea General de las Naciones Unidas es que será inaugurada por primera vez en su historia por una mujer, la presidenta brasileña Dilma Rousseff. La jefa de Estado de Brasil dijo estar "muy orgullosa" de inaugurar los debates de esta histórica edición.
Los grandes ejes a tratar en el recinto de la ONU, serán la crisis económica mundial, la demanda de adhesión a la organización de los palestinos como Estado independiente, el futuro de Libia (por primera vez desde el inicio de las protestas, líderes rebeldes acudirán al Palacio de Cristal), y la inmigración, el narcotráfico y la necesidad de una reforma de las Naciones Unidas para adaptarla a la geopolítica actual, dando más poder a los países emergentes como la Argentina, Brasil e India.