La presidenta Cristina Fernández, que mañana se reunirá con el papa Benedicto XVI para conmemorar, junto con su colega chilena, Michelle Bachelet, el vigésimo quinto aniversario de la firma del Tratado de Paz entre los dos países, mantuvo hoy en Roma varias entrevistas con eclesiásticos.
"Va a ser un momento muy especial, para mí y para todos los argentinos porque podemos vivirlo como un mérito en un mundo donde lo más fácil es terminar en un conflicto armado", dijo al explicar sus expectativas sobre el acto de mañana en el Vaticano.
Hoy, durante la visita que realizó a la Comunidad San Egidio en Roma, la presidenta aceptó la invitación de su titular, Marco Impagliazzo, para participar del Encuentro Internacional por la Paz, que, organiza esa agrupación de laicos y se realizará en Barcelona, España del 3 al 5 de octubre del 2010.
Finalizada la recorrida a la Comunidad, la jefa del Estado conversó en reuniones separadas, con el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, y con el arzobispo de Rosario, José María Arancibia, primo del ex presidente Raúl Alfonsín bajo cuya administración se firmó el acuerdo de Paz con Chile.
En breves declaraciones terminada la actividad de la jornada, la primera mandataria resaltó la importancia de sus encuentros de mañana con Su Santidad -una audiencia privada y la reunión formal con Bachelet- y descartó rispideces con el Episcopado argentino.
Lo hizo al restar trascendencia a una frase del documento de la Iglesia difundido los primeros días de noviembre para recordar los 25 años de la firma del Tratado donde dice que el espíritu mediador por la paz de aquellos años debería inspirar "las políticas que han de adoptar las autoridades a fin de cohesionar y pacificar al pueblo argentino".
"No me parece que deba ser una exégeta de las palabras del Episcopado", dijo Fernández de Kirchner, "fue un documento que tuvo que ver con recordar lo que fue la diplomacia vaticana yo leo los documentos tal cual han sido expresados y creo puntualmente que (los obispos) se refirieron a lo que vamos a conmemorar mañana".
Destacó que "una comitiva ampliamente institucional y representativa de todos los sectores de la República Argentina como la que nos acompaña es un poco la confirmación de que nosotros también pensamos en ese sentido". La jefa del Estado se pronunció en una forma casi similar cuando se le preguntó si la invitación vaticana influirá para mejorar las relaciones con la Iglesi a luego de las polémicas desatadas por el conflicto con el obispado castrense y la declaración papal sobre la pobreza.
En este sentido, recordó que en su momento "había quedado claro", dijo, que aquella manifestación de Benedicto XVI había sido pronunciada tiempo atrás y que "son las frases que siempre dice Su Santidad respecto a la pobreza en la Argentina, en Rusia, en Estados Unidos o en cualquier parte del mundo donde se hace la colecta" de Cáritas.
"Intentar ubicarlo y contextualizarlo con referencia al gobierno, me parece una inexactitud cronológica e institucional", señaló para agregar que "tratar de involucrar a figuras de la importancia de Su Santidad y utilizarlas políticamente no me parece adecuado por parte de nadie".
El encuentro presidencial de mañana con el Sumo Pontífice es "una jornada histórica, de alegría y de gran hermandad", dijo el canciller Jorge Taiana, y destacó que "si uno piensa en lo que se ha avanzado en estos 25 años desde aquella mediación papal tan importante, los argentinos tenemos que estar orgullosos de lo que hemos construidos".
"La posibilidad de entregarle mañana a su Santidad, en este 25 aniversario, el Acuerdo de Maipú es una satisfacción especial porque muestra el excelente nivel de las relaciones entre Argentina y Chile y lo que se ha podido construir en este tiempo", subrayó el ministro.
Mañana a las 6.45 hora argentina, la jefa de Estado sea recibida en una entrevista individual por el Santo Padre, al igual que ocurrirá con la mandataria chilena, y luego ambas participarán de la ceremonia por el aniversario del tratado que dio solución definitiva a los problemas limítrofes al sur de la isla Grande de Tierra del Fuego.
Esa ceremonia se realizará en la Sala Clementina donde se recordará la mediación exitosa liderada por el papa Juan Pablo II y que evitó una guerra entre Argentina y Chile por el canal del Beagle y otras zonas limítrofes.
Tras el acto, las mandatarias bajarán después a la cripta en las catacumbas vaticanas para depositar una ofrenda floral en la tumba de Juan Pablo II y colocar una placa recordatoria.
La comitiva que acompaña a Cristina Fernández la integran, además del canciller, el titular de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano; y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier Jorge Chevallier. También viajaron los gobernadores de Santa Cruz, Daniel Peralta, y de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el sindicalista Omar Viviani, y el jefe de la CAME, Osvaldo Cornide; entre otros.
Fuente: DyN