La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó hoy en esta capital el acto central por el 193º aniversario de la declaración de la Independencia, en el que convocó " al más amplio diálogo a todos los sectores de la vida nacional" y a discutir "una reforma política".
Desde la Casa de Tucumán y en el acto donde se supone que se rendiría homenaje a los próceres de la gesta de la Independencia, la Presidenta habló de economía y de "la necesidad de seguir dialogando" y "no porque hasta ahora no lo hayamos hecho".
Acompañada de su nuevo Gabinete, aprovechó para resaltar la figura de Carlos Fernández, "un gran técnico", sin nombrarlo. "La Argentina iba a ser un país normal cuando nadie sepa quién es el ministro de Economía, había dicho yo", expresó la Presidenta. Habíamos estado acostumbrados a ministros "muy dicharacheros", recalcó.
La Presidenta aprovechó para hablar de los números de la deuda, tal como se los dejó el saliente Ministro. "Quiero que comprendan la importancia de estos números", dijo. "En 2001 la ratio era del 166% y hoy es del 47,6%".
También habló de "la experiencia que como Presidenta me tocó vivir en la República hermana de Honduras". Dijo que con los jefes de las Fuerzas Armadas comentó en la cena de camaradería que "los golpes nunca fueron solamente militares, si no que fueron el instrumento de civiles para dar golpes militares. Es el momento de llamar a las cosas por su nombre, hablando de golpes cívico-militares", resaltó.
También fustigó a los opositores por las denuncias de fraude: "parece que están más seguros cuando gana ", dijo y expresó la necesidad de hacer reformas en el sistema de elecciones. "Seguramente todos estos temas se van a discutir en la etapa que se avecina", dijo.
Cerró diciendo "el que tenga otra idea va a ser escuchado" y recordó que la Argentina vivió la mayor etapa de crecimiento en la historia "cuando todos decían que nos caíamos y se cayeron los que decían que nos caíamos".