La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner habló nuevamente en público en la provincia de Santiago del Estero. Con el motivo de entregar 750 viviendas, la Presidenta volvió a expresarse en términos de patriotismo y aseguró que "todavía es más lo que falta hacer que lo que ya se ha hecho".
Cristina destacó la figura del caudillo Juan Felipe Ibarra, de quien tomó su nombre el complejo habitacional inaugurado, y criticó a quienes fustigaron las figuras de los caudillos al afirmar que los críticos "no entendieron nada" y que el caudillismo se trató de "no doblegarse ante el centralismo".
"Cada vez que he venido a Santiago siempre que vengo hay algo que me asombra, cuando bajo del helicóptero y subo al auto y veo un edificio vidriado, hermoso, pregunto qué es eso", contó Cristina en referencia a la legislatura de la provincia de Santiago del Estero, y retó al Vicegobernador por tener "un despacho más lindo que el de la Gobernadora", por lo que lo instó a que lo cambie.
Luego, Cristina arremetió contra los "buitres" al afirmar que "quieren volver a vernos arrodillados". En ese sentido, la Presidenta adoptó el tono nacionalista con ribetes místicos de los últimos meses y afirmó tener "mucha fe en Dios, en nuestras fuerzas, en nuestras convicciones, de que tenemos razón en lo que estamos planteando".
Oratoria para Néstor. Cristina dedicó buena parte de su discurso al expresidente Néstor Kirchner: "Cuando él, desde un atril, presentaba la reestructuración, al lado mío estaba sentado el presidente Raúl Ricardo Alfonsín y Néstor dijo 'voy a decir unas cosas que me dijeron que no diga pero las voy a decir' y Alfonsín a mi lado decía 'es increíble, no puede con su genio'".
"Fíjense cómo han cambiado los tiempos que hoy tenemos un mundo en el que nuestro principal comercio se desarrolla hacia oriente", afirmó Cristina, quien se quejó "del mundo desarrollado", de donde "sólo vienen problemas".
José de San Martín, Presente. La Presidenta se quejó de quienes opinan sobre cuestiones de Gobierno y esbozó una comparación un tanto extrema: "Si San Martín hubiera encuestado si tenía que cruzar la Cordillera de los Andes, le habría dado negativo, estoy segura", dijo Cristina, y agregó que "afortunadamente las grandes decisiones, los grandes líderes naturales, no se deciden con las encuestas".
Finalmente, Cristina pidió pensar a largo plazo al afirmar que "un país no se dirige por cuatro años, ni por ocho, un país tiene que ser pensado en términos de cincuenta, sesenta, setenta años, y esto requiere acuerdo sobre los puntos trascendentales". Por último, pidió que "los argentinos que tengan responsabilidades institucionales dejemos de lado las cuestiones menores y hagamos debate sobre las cuestiones fundamentales".