A tan sólo cinco días de dejar de ser la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner inaugura el primer tramo de electrificación del ramales de la línea Roca. Antes de ceder el mando al presidente electo Mauricio Macri, la jefa de Estado realiza un último acto como líder política del país.
A la ceremonia acudieron el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el ex candidato presidencial del FpV, Daniel Scioli; la gobernadora electa de Santa Cruz Alicia Kirchner el jefe comunal de Quilmes, Francisco Gutiérrez, entre otras autoridades e invitados especiales.
Al principio de su discurso la mandataria quiso alertar sobre pedir créditos al considerar que “los inversores te dan préstamos pero no dan alegría ni convicciones”. “Hemos invertido mucho en dignidad, lástima que nos hayan cobrado tantos intereses por tanta dignidad, pero bienvenida la usura de intereses cuando te los cobran porque sos digno”, sentenció.
Cristina aprovechó la ocasión para resumir las gestiones kirchneristas: “No fueron doce años fáciles, nos la hicieron bastante difícil pero lo difícil tiene un gusto diferente. Haber superado las adversidades, los obstáculos y palos en las ruedas y haberlo hecho con amor sin resentimiento y para todos los argentinos”. Además recordó que su marido recibió “ruinas porque no podíamos decir país”.
La jefa de Estado pidió la unidad de la ciudadanía: “A todo argentino háblenle como un hermano, aunque no piense como ustedes, van a intentar que nosotros nos enfrentemos y cuando hagamos eso las pequeñas minorías se benefician. Mantengámonos unidos los argentinos. No se preocupen, no pierdan el tiempo en peleas internas por favor”. “No tengo dudas de que hemos incluido a millones de argentinos”, manifestó.
Asimismo, adelantó que desde la oposición, el kirchnerismo y el Frente para la Victoria “no vamos a hacer (al nuevo Gobierno) todo lo que nos hicieron a nosotros”.
Pidió, además, a sus seguidores "empuñar las banderas" si no los "acompañan los dirigentes" a partir del recambio de gobierno del 10 de diciembre, al remarcar que "los derechos que han conquistado" a lo largo de los 12 años de gestión del kirchnerismo "son de cada uno". "Más allá de los errores y aciertos, que se cometen siempre cuando uno hace, tenemos que tener la certeza de que el camino que hemos elegido es el de la patria". Tras advertir que "si hay que ir solos, iremos solos", volvió a pedir a la sociedad que "empuñen fuerte las banderas y no las suelten nunca más".
La jefa de Estado llegó alrededor de las 12 a la estación Quilmes para viajar en el tren hasta la estación Don Bosco, donde se llevó a cabo el acto central, con presencia militante. Como es habitual, mantuvo videoconferencias en esta ocasión con los distritos bonaerenses de Bahía Blanca, Ezeiza y City Bell.
La obra de modernización, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo, abarca el montado de cañerías, cables de media y alta tensión y electrificación de los mismos. La inversión fue de 500 millones de dólares.