Cristina Kirchner tiene su propio gabinete que la rodea para su regreso a la política. La estructura de trabajo de la ex presidenta está conformada, entre otros, por el ex ministro de Planificación Julio De Vido; el ex secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli; el ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini; el diputado Héctor Recalde; el vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González; y la senadora Virginia García. Por supuesto que un lugar destacado lo tiene La Cámpora: las figuras rutilantes, además de Máximo, son las de Andrés “Cuervo” Larroque, Eduardo “Wado” de Pedro y Axel Kicillof.
Esa estructura se activó con la vuelta de la ex presidenta a Buenos Aires, hace dos semanas, después de un “exilio” autoimpuesto en el Sur. Cada uno cumplió su rol. El jefe de la bancada de Diputados, Héctor Recalde, fue el nexo para sumar la mayor cantidad de legisladores del bloque posible, en la reunión con la ex presidenta. No faltó casi ninguno.
El ex senador Pablo González y la senadora Virgina García –cuñada de Máximo Kirchner– fueron los encargados de convocar a sus compañeros de bancada para ir a ver a Cristina Kirchner. Allí, la tarea era más difícil que en Diputados, porque la relación entre CFK y el jefe de la bancada, Miguel Pichetto, está rota.
Algunos aseguran haber visto también a Aníbal Fernández, ex jefe de Gabinete, paseando por los pasillos del Senado para convencer a algunos disidentes. Al encuentro fueron 22 sobre 42 legisladores, cinco faltaron con aviso, el resto no. El número reunido por la ex presidenta fue importante, sin embargo, algunos de ellos dejaron trascender que concurrieron por “compromiso” y “respeto”.
El ex titular de Planificación, De Vido, fue el encargado de aceitar la relación con los intendentes bonaerenses. El ex funcionario mantenía vínculos con los jefes comunales por el cargo que supo ocupar durante 12 años. La ex presidenta le pidió convencer, sobre todo, a los que están molestos por la estrategia electoral aplicada
En octubre del año pasado. De Vido, Larroque y Wado estuvieron presentes en alguno de los cónclaves que hizo la ex presidenta en el Instituto Patria. En el kirchnerismo y en el Gobierno existe la misma duda: cuánto apoyo recibirá Cristina Kirchner en su cruzada contra el macrismo. En el oficialismo entienden que por ahora es minoritario y que les sirve para seguir polarizando con un enemigo que, creen, es controlable. En el kirchnerismo piensan que se los está subestimando.
Oficinas. Su estructura de trabajo la asiste con base en el Instituto Patria, la fundación que inauguró CFK hace dos semanas, a metros del Congreso. Allí, tienen oficinas ex funcionarios como el ex jefe de los espías, Oscar Parrilli. También, hay un amplio espacio dedicado a la comunicación, con una apuesta fuerte en las redes sociales. Tiene un despacho en el edificio de Rodríguez Peña al 80 Teresa Parodi, ex ministra de Cultura. Y contará con un espacio el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Entran y salen de la fundación los militantes de La Cámpora.