La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se emocionó con un mensaje que le llegó a Facebook, acerca de la historia de un granadero que hacía guardia en la Quinta de Olivos cuando volvió el general Juan Domingo Perón a la Argentina.
"Querida presidenta, mientras usted corría por los bosques de Ezeiza, yo estaba en la Quinta Presidencial de Olivos. Pertenecía al Escuadrón Ayacucho y hacía guardia donde usted reside hoy", contó Federico Deacon a través de la red social.
Allí, dio detalles de cómo fue el regreso de Perón, con su llegada en un helicóptero, y, luego, contó que, otro día, Perón les había pedido perdón por no haberlos dejado dormir la siesta, y les había regalado un ring, un metegol y guantes de boxeo."Venía a ver nuestras peleas de ring", contó Federico, quien dijo que hubiera dado su vida por el general Juan Domingo Perón.
"Querida Presidenta, conozco donde está, le deseo el mayor de los éxitos, que Dios la bendiga mucho mucho, si me lee me dará mucha alegría. Gracias por todo. Pasamos cosas muy malas y usted me regaló aire fresco llegando al ocaso de mi vida", concluyó Deacon.
Agradecida. Luego de leer su historia, Cristina le respondió vía Twitter: "Tango 01. Desde la ventanilla sol a pleno sobre cumbres nevadas de Los Andes. Estamos regresando a la Patria. Me alcanzan muchísimos mensajes y comentarios sobre el programa `Desde otro lugar´. Entre uno de ellos aparece el de Federico Deacon", relató la mandataria.
"Cuando leí tu mensaje casi me pongo a llorar. ¿Sabes qué? Doy gracias a Dios haber vivido todo lo que viví. Las cosas malas y las buenas. Los fracasos y los triunfos. Las frustraciones y las esperanzas. Todo va junto", afirmó la Presidenta a través de la red social.