La presidenta Cristina Fernández centralizó esta tarde sus críticas en algunos legisladores de la oposición que hablaron en la Comisión Bicameral que trató la remoción de Martín Redrado del Banco Central y en el diputado del macrista Federico Pinedo.
La Presidenta, en respuesta a las voces que reclaman que el gobierno cambie de política, ratificó que seguirá "con este modelo y garantizando responsabilidad y seriedad". "Este gobierno da garantías definitivas que entramos en un período de madurez y no va a caer en ningún infantilismo", advirtió.
Fernández habló de esta manera durante un discurso en la Casa de Gobierno, donde anunció la firma de un convenio con industriales molineros.
Según el acuerdo, se otorgaran créditos por un millón de toneladas para comparar el trigo a los productores a precio plano. En el mismo acto, adelantó que hay un remanente de 1,8 toneladas de trigo para la exportación en el Puerto de Quequén.
Tal como lo ha venido haciendo en sus apariciones públicas, la Presidenta dedicó la mayor parte de su mensaje a embestir contra los representantes de la oposición en la Bicameral que - mientras se desarrollaba el acto- sesionaba en el Congreso.
La primer mandataria, que confesó estaba siguiendo ese debate por la televisión, cuestionó severamente a algunos que en esa sesión "decían que en 2001 no hubo un default, sino una cesación unilateral de pagos".
"Si eso no es un default, entonces estaríamos pagando cosas que no corresponden. Dicen muchos disparates", cuestionó y explicó que con "actitudes como esa la Argentina se torna muy inentendible para los de afuera y muy perjudicial para los empresarios".
En el plano de cuestionar la acción opositora en la controversia por el Banco Central, apuntó con más fuerza contra el diputado macrista Federico Pinedo. de quien dijo que ahora "recusó a los jueces para que no resuelvan las mismas acciones que él había interpuesto".
Recordó que "el abuelito de este legislador, allá por 1936, fue el autor de la ley del Banco Central y en aquel momento, en la famosa Década Infame, había puesto entre las cláusulas una por la cual no se podía cambiar la Carta Orgánica sin la autorización de los accionistas privados. Y estos eran los bancos ingleses".
"Cambia el perro, pero el collar sigue siendo el mismo", señaló en forma irónica, aunque por los nervios confundió el refrán popular que dice que "es el mismo perro con distinto collar".
Pinedo dijo: "no voy a contestar los dichos de la presidenta porque mi deber es trabajar con el Congreso y el Poder Ejecutivo para resguardar los intereses nacionales con motivo del embargo del juez Griesa y los fondos buitres. No podemos dejar que las diferencias personales nos impidan cumplir el mandato patriótico que el pueblo puso en nuestras manos", dijo.
Volviendo a Cristina, luego de estas afirmaciones, y de reiterar conceptos que había pronunciado en otro acto por la mañana contra los "fondos buitres de adentro y de afuera", la presidenta reclamó "coherencia" a la oposición.
"A los que defaultearon, a los que tenían un abuelo nos dejó una carta que después tuvo que cambiar (Juan Domingo) Perón, a los que nos dejaron el Banco Central con pocos fondos, por favor pongan un poco de esfuerzo, no para el gobierno, sino para los argentinos", enfatizó.