"Le pido a la Virgen que proteja y guarde a nuestra patria para siempre". Con esa premisa, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó un acto en el que entregó una de las banderas argentinas de la gesta malvinense denominada "Operación Cóndor" en la Basílica de Itatí. Acompañada del Gabinete nacional, el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, y el intendente de Corrientes, Carlos Espínola, la mandataria se encomendó a la Virgen de Itatí y pidió por la unidad nacional.
Frente a la Basílica - el Arzobispado de Corrientes no permitió que hablara desde dentro del templo católico- la jefa de Estado afirmó que su visita debía ser considerada como una forma de reconocimiento a los jóvenes correntinos que participaron de la Guerra de Malvinas. "A esos jóvenes, que ya no son jóvenes, que dejaron su sangre en Malvinas, y a los que, por la locura y la desesperanza, se suicidaron, hoy venimos a darles reconocimiento", expresó Fernández de Kirchner, quien insistió en asistir a los excombatientes que llevaron sus reclamos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. "Hoy tambien venimos a reconocer esos derechos", continuó, arengada por los militantes que la acompañaron.
Belle époque. La Presidenta aprovechó el acto político para destacar algunos logros de su gestión. "Cada argentino hoy puede decir lo que piensa cuando quiere y como quiere", exclamó. "Prefiero pasar por blanda, que me critiquen, antes de ser responsable de regar la tierra argentina con la sangre de un compatriota", aseguró la mandataria, mientras todavía se discute en torno de la represión policial a una manifestación llevada a cabo un día atrás en Jujuy, que acabó con cerca de 50 detenidos y 60 heridos.
"Estemos unidos", pidió Cristina Kirchner. "Es necesario, hoy más que nunca, en un mundo difícil y complejo, donde quieren clavarnos las garras desde afuera, con la complicidad de algunos desde adentro", acusó.
"La unidad nacional es el presupuesto básico para seguir creciendo", apuntó la Presidenta, quien aseguró que el país protagonizó "el crecimiento económico, social y cultural más virtuoso de los últimos doscientos años de Historia".
Intercesión divina. "Hoy quiero que le pidamos a la Virgen de Itatí que me siga dando fuerzas para seguir", expresó Kirchner. "No es lo mismo que cuando lo tenía a él al lado", reconoció, en alusión obvia a su marido, el expresidente Néstor Kirchner.
"También quiero pedirle a la Virgen que proteja a los argentinos a los que todavía no hemos podido llegar, a los que le falta trabajo, un techo", enumeró. "Por los millones de argentinos quie hoy tienen trabajo, para que nos siga ayudando", continuó.
Asimismo, la jefa de Estado pidió que la patrona y protectora de las provincias de Misiones y Corrientes "ablande el corazón de aquellos que todavía no entienden que es necesario colaborar con solidaridad para cobijar a los 40 millones de argentinos". "A los que tanto tienen, que es necesario seguir trabajando en esta dirección", explicó. "Que proteja y guarde a nuestra Patria para siempre", concluyó.
De afuera. Desde la Casa Rosada, habían intentado que el discurso de la Presidenta se llevara a cabo dentro de la Basílica de Itatí. Sin explicaciones de parte del arzobispado local, el pedido fue denegado.
"La Presidenta quería dar su discurso dentro de la Basílica, pero no se lo permitieron", dijo el intendente de Itatí, César Torres, en declaraciones radiales.
