La ex presidenta y candidata a senadora Cristina Fernández de Kirchner se declaró víctima de una "persecución brutal" por parte del gobierno de Mauricio Macri y aseguró que en las causas judiciales por corrupción que enfrenta tanto ella como sus hijos "está todo armado".
"Esta gente quiere disciplinar a empresarios, sindicalistas, a jueces", denunció la ex jefa de Estado y disparó: "Todos son mafiosos menos ellos. ¿Quién blanquea plata negra? El hermano del Presidente, los amigos del Presidente. Ellos blanquean plata negra ¿y resulta que los que blanqueamos y los corruptos somos nosotros?".
También afirmó que "el Estado no tuvo la culpa" en el accidente del tren de Once y, en cambio, apuntó contra el maquinista de la formación Marcos Córdoba. Ayer arrancó el juicio por la tragedia ferroviaria en la que murieron 51 personas el 22 de febrero de 2012, en la que está acusado su ex ministro de Planificación, Julio De Vido.
Durante un reportaje en el canal Crónica TV, Fernández de Kirchner enfatizó que su administración "dio toda la ayuda posible" a los familiares de las víctimas, a los que se les consiguió "trabajos en la ANSES y el PAMI. Ayudamos a muchísima gente. Tuve por lo menos en Olivos y en la Casa Rosada ocho reuniones con familiares, recibiéndolos en grupos".
Consultada sobre la responsabilidad en el accidente, la ex presidenta señaló que "el Estado no tuvo la culpa. El maquinista no accionó el freno. El tren frenó en todas las estaciones antes, (fue) una tragedia terrible, brutal".
En otro tramo del reportaje se refirió al fallecimiento de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner: "Los rumores sobre la muerte de Néstor fueron una infamia".
Asimismo, reveló que solían tener discusiones: "No lloré al lado del cajón, no voy a llorar ahora. Me peleaba mucho con Néstor, eran peleas políticas". Y precisó que la única vez que no estuvieron de acuerdo en algo que fuera ajeno al terreno político fue con su hija Florencia, de quien Cristina dijo que su ex esposo "consentía mucho".