Hay historias que merecen ser contadas porque sus protagonistas fueron héroes o porque su accionar cambió el mundo. Existen otras, en cambio, que simplemente son relatadas en honor a la verdad. La detención de Cristina Fernández el Día de Reyes de 1976, junto con su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, es una de estas historias. Los Kirchner no fueron mártires ni modificaron el curso de los tiempos durante su juventud, pero como dijo la Presidenta, ambos fueron presos durante varios días en vísperas de la dictadura, algo que fue negado o sospechado de falaz en la última semana.
La detención fue confirmada a PERFIL al menos por cuatro personas del entorno íntimo del matrimonio en aquella época y por personas cercanas a la Policía. Y que Néstor y Cristina no hablen demasiado de esos días tiene su explicación: fueron liberados por sus contactos y tratativas con los militares, aseguraron las mismas fuentes.
La polémica comenzó cuando la Presidenta contó en una entrevista televisiva que estuvo presa un mes en Río Gallegos junto a Néstor y otro compañero que había sido el testigo de nuestro casamiento. El domingo pasado, el diario La Nación además de otros medios insinuó que se trataba de una mentira, en una nota en la que sostuvo que la primera mandataria tuvo contradicciones con su marido, que la detención no se había registrado, que hasta ahora no se conocía y que algunas fuentes desmienten. Esto provocó la furia presidencial en un acto, días después, en el que acusó a los medios de mentir, difamar e inventar para agraviar.