A menos de 24 horas de las masivas movilizaciones en todo el país en repudio a su Gobierno y en medio de la pelea con el gobernador Daniel Peralta, que incluyó hasta denuncias de espionaje, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajó a la provincia de Santa Cruz para descansar durante el fin de semana como suele hacerlo, pero esta vez con un nutrido operativo de seguridad, mayor al habitual.
La mandataria llegó cerca de las 18 al aeropuerto de Río Gallegos que estaba cercado por agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), sin presencia de la policía provincial. Los periodistas que esperaban su llegada fueron desplazados a un sector distinto al usual, desde el cual no se podía ver el arribo ni el desembarco de los pasajeros del avión Tango 01.
El acceso al aeropuerto fue cerrado para todos los automóviles particulares y vehículos civiles desde que el Tango 01 tocó pista hasta que la presidenta se retiró de la zona. Cristina llegó acompañada de Alicia Kirchner, ministra de Desarrollo Social; el agente inmobiliario Osvaldo "Bochi" San Felicce y el médico presidencial Luis Buonomo, informó OPI.
La presidenta se subió al Peugeot 408 junto a sus acompañantes, escoltada por una camioneta de su custodia. Luego se dirigió a la casa de su hijo Máximo, en lugar de la propia, y luego viajaba a El Calafate.