Héctor "Palmita" Palma, el concejal kirchnerista de Formosa al que le encontraron 701 kilogramos de cocaína de máxima pureza, fue destituído de su cargo. Pero esa podría ser la menor de sus pérdidas: si hubiera logrado vender la droga -hallada en su campo de 450 hectáreas en Ranero Cué-, se habría llevado entre 7 y 140 millones de pesos.
La droga, como todos los productos, tiene un valor en el punto de producción que va aumentando a medida que se distribuye. Por ejemplo, un kilo de cocaína que ya ingresó a Argentina se puede vender cerca de la frontera por 10.000 pesos. Esa cifra, que coincide con los cálculos de Gendarmería, le habría reportado $7 millones al "narco-concejal" por todo su cargamento.
Pero la cocaína de buena calidad, ya fraccionada, se vende en la calle por entre 100 y 200 pesos el gramo, lo que aumentaría el valor del paquete completo a $140 millones.
Así, Palma, que jura ser inocente, se podría haber convertido en uno de los políticos más ricos del país, casi triplicando la fortuna de los Kirchner ($55 millones según los últimos cálculos) y superando al senador sanjuanino Roberto Basualdo, que declara $112 millones. También tendría más dinero que los cuatro llamados "secretarios K", que en conjunto amasaron una fortuna de $3,2 millones.
Si el concejal no hubiera sido descubierto, podría haber imitado la iniciativa de los hermanos Juliá, que intentaron ingresar a España en un vuelo privado con 944 kilos de cocaína. Al fin y al cabo, Palma ya tenía una pista de aterrizaje clandestina de 600 metros de largo y 60 de ancho, escondida en su campo formoseño.
Sólo le faltaba la aeronave: podría haber comprado ocho Lear Jet 31A, el avión de $16 millones que transportaba al multiprocesado Ricardo Jaime. O, al menos dos unidades, del Lear Jet 60 XR ($53 millones) que adquirió la provincia de Tucumán para transportar al gobernador José Alperovich.
(*) De la redacción de Perfil.com