“La indignación”, contestó, seguro, Axel Augspach, cuando Perfil.com le preguntó qué lo llevó a presentar una denuncia en el Juzgado Nº 10 de Capital Federal (causa Nº 4267/08) contra el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, luego de los incidentes ocurridos anoche frente a la Casa Rosada.
Se tiene que “respetar a la ciudadanía”, afirmó Augspach, quien añadió que “la Plaza estaba liberada”, motivo que originó su denuncia contra Fernández. Augspach señaló que el ministro aparentemente ordenó que la policía se mantuviera “completamente alejada de los incidentes, sin importar la violencia (...), ni el hecho de que todo el mundo supo con más de una hora de anticipación que grupos de choque concurrirían”.
De tradición agropecuaria -“la familia tiene campos en Lincoln”, aseguró-, Augspach contó a Perfil.com que, pese a que se encuentra procesado por la Justicia por defraudación al Estado, no siente temor por posibles represalias del Gobierno. “¿Qué puede pasar con algo que es extempore?”, se preguntó el denunciante, quien contó que en la actualidad se dedica a ser “atleta”.
Augspach, que está procesado desde hace más de diez años por participar de la causa de la mafia del oro (que, se calcula, le costó 20 millones de dólares al Estado), señaló a Pefil.com que la denuncia presentada contra Aníbal Fernández no tiene vinculación con el proceso en su contra. “Lo de anoche fue un ultraje al ciudadano”, contó.
El ex empleado de Hardy & Harman -empresa que en los noventa funcionó como nexo de las exportaciones ilegales de oro a los Estados Unidos-, tras una década de ser protagonista de una investigación periodística que lo involucró como uno de los responsables de la mafia del oro, ahora denunció al Gobierno, pero en el marco del conflicto que éste mantiene con las principales entidades agropecuarias.