La revelación de los InsfránLeaks –un sistema de espionaje estatal denunciado por la oposición al kirchnerismo en Formosa–, que fueron publicados por primera vez en PERFIL, desencadenó varias denuncias penales contra el gobernador Gildo Insfrán. Al mismo tiempo, protestas de comunidades aborígenes fueron reprimidas por la policía provincial, con un saldo de decenas de manifestantes heridos (incluso uno perdió un ojo).
La difusión de unos mails que constituirían parte de un sistema de informes sobre las actividades políticas de miembros de la oposición, periodistas y aborígenes fueron corroborrados por Daniel Suizer, un policía que confirmó la información. “Me consta que se envía personal vestido de civil del área conocida como ‘Reunión’ del Departamento de Informaciones de la policía para fotografiar sobre manifestaciones”, confirmó Suizer a PERFIL, quien además reconoció que “existen oficinas donde personal se ocupa de monitorear los medios de prensa y cuentan con la tecnología y el conocimiento necesarios como para intervenir casillas de correo”. Varios de los informes que se filtraron en los InsfránLeaks dan cuenta del contenido de mails de periodistas que fueron hackeados.
“Las filtraciones indican que hubo espías que informaron detalladamente sobre nuestras reuniones”, explica Fabián Servin, dirigente del Partido Obrero formoseño e impulsor de una demanda judicial para que se investigue la responsabilidad del gobernador presentada en los tribunales federales. Gabriel Hernández, periodista y ex intendente radical de la capital de Formosa, informó que también demandaron a Insfrán: “Presentamos ayer una denuncia penal en los tribunales de Comodoro Py porque la policía también espió a Félix Díaz en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y porque no confiamos en la Justicia de Formosa”.
Varios informes dan cuenta de las actividades del líder qom Félix Díaz, quien instaló un acampe sobre la Av. 9 de Julio. “Nos vigilan y persiguen porque les preocupan los movimientos de lucha de los indígenas”, denunció Díaz.
Mientras la polémica por las filtraciones policiales se desarrollaba, miembros de la comunidad wichí de Ingeniero Juárez cortaban la ruta 81 en reclamo de puestos de trabajo y vivienda. Días atrás, el gobernador Insfrán había recorrido la zona y pidió hablar con los líderes indígenas. “Cuando le reclamaron viviendas, Insfrán se enojó y les dijo: ‘Vayan a pedirle a su jefe Félix Díaz, manga de pelotudos’”, reconstruye Agustín Santillán, vocero wichí, en diálogo con PERFIL. Luego del exabrupto, la policía provincial desalojó la ruta con balas de goma.