Le gusta la vida al aire libre. Suele tomar su auto y viajar hacia el sur, donde disfruta del paisaje y de la pesca. Pero cuando ingresa a reuniones en la Casa Rosada tiene un ímpetu menos bohemio: se presenta como el hombre fuerte del Ministerio de Desarrollo Social que conduce Carolina Stanley.
Se trata de Gabriel Castelli, un ex ICBC y Farmacity, hoy en la estratégica Secretaría de Coordinación y Monitoreo Institucional, que se ocupa de las compras y contrataciones del ministerio. Llegó al PRO de la mano del coordinador del gabinete social, Mario Quintana. Pero su principal activo fue su paso por Cáritas Argentina.
Sin embargo, movimientos sociales denuncian que hay retrasos de hasta dos meses en el envío de alimentos. Según revelan, en abril comenzó a haber escasez en el envío de módulos alimentarios (unos 120 mil por mes en todo el país), tema que se agravó a mitad de año, cuando los funcionarios provinciales comenzaron a quejarse.
Castelli debe encargarse de que se entreguen más de 500 mil kilos de alimentos por mes. Cada módulo alimentario tiene entre 8 y 12 productos (azúcar, aceite, yerba, harina, arroz y caballa, entre otros) y se reparte entre organizaciones sociales, ONGs y comedores. “Ya nos dijeron que faltan alimentos en los depósitos de Tucumán, Buenos Aires y La Plata”, grafica un referente social. La entrega había comenzado de manera parcial. Y se suponía que, con más de $ 300 millones, se iría regularizando pero nunca ocurrió.
La bronca de las organizaciones la sufrió el propio Castelli la semana pasada en una reunión organizada por Cáritas. Allí, varios referentes que trabajan con la institución y la Pastoral Social se quejaron por las demoras.
Uno de ellos fue Juan Grabois, asesor del papa Francisco y referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Expresó que seguirán las medidas de lucha si no se solucionan los problemas de gestión.
Otro caso, los curas villeros (como el padre Toto, de la 21-24 de Barracas) ya tuvieron un primer aviso: para el Día del Niño se suponía que se entregarían más de 300 mil juguetes pero la compra apenas alcanzó para menos de 100 mil.
PERFIL intentó, durante dos días, comunicarse con Castelli pero nunca respondió. Fuentes del ministerio dijeron que se lanzó una gran licitación y que parte de las demoras se debió a un cambio de sistema de compras y las auditorías que se realizaron a la gestión anterior.