Ni un solo diputado se animó a defender a Julio De Vido. El bloque del Frente para la Victoria ya había terminado de sellar su suerte cuando, después de un largo debate, decidió no bajar a la sesión. No fue necesario sacar ninguna cuenta: de los 177 diputados presentes, 176 votaron a favor del desafuero y uno solo se abstuvo. Se necesitaban los dos tercios de los presentes y se consiguió más del 99%.
¿Qué cambió desde julio, cuando el oficialismo intentó expulsar a De Vido por inhabilidad moral y la votación terminó con 138 votos a favor, 95 en contra y 3 abstenciones? Es cierto que en el medio llegaron a la Cámara de Diputados dos pedidos de desafuero de dos jueces distintos: Luis Rodríguez y Claudio Bonadio. Pero también sucedió algo que hasta aquí pasó inadvertido: muchos de esos 95 legisladores que defendieron a De Vido contaron que nunca la habían pasado tan mal en sus provincias. Que recibieron insultos y rechazos como no les había ocurrido nunca antes, ni siquiera en los días calientes de la resolución 125. Ninguno de ellos estaba dispuesto a pasar de nuevo por esa misma situación. Por eso, el diputado macrista Pablo Tonelli ya había anticipado el martes que De Vido pasaría hoy su primera noche en la cárcel de Ezeiza. Y así será.