La crispación reinante en el ámbito político y sobre todo legislativo quedó demostrado en datos estadísticos de ambas Cámaras. El Congreso sancionó apenas 64 leyes, el registro más bajo desde 1987. Tanto en Diputados como en Senadores la pelea fue tal que se avanzó muy poco en la concreción de leyes importantes para la Argentina. Mientras que en la primera la oposición no supo imponer su agenda, en la segunda la paridad fue tal que nunca hubo una mayoría que se quede con un triunfo legislativo, según informó La Nación.
Más pobre es el panorama cuando se observa en detalle de que tratan las 64 normas aprobadas. La mitad de ellas fueron ratificación de acuerdos y protocolos internacionales. Entre las pocas que pueden destacarse sobresalen la suba de las jubilaciones acorde al 82 por ciento móvil del salario mínimo que vetó el Poder Ejecutivo; el matrimonio homosexual; protección de los glaciares, y la ley de seguridad bancaria.
Para el próximo año quedaron leyes importantes para el conjunto de la sociedad como la nueva ley de trasplantes y el proyecto que castiga, con penas más rigurosas, el flagelo de la trata de personas. Lo preocupante es, al mismo tiempo, que en 2011 esta paridad no cambiaría, sobre todo ya que en octubre habrá elecciones.
Para el jefe del bloque de diputados Agustín Rossi "el balance fue negativo". En diálogo con el matutino le echó la culpa a la oposición, ya que "buscó imponer su agenda con su mayoría y de manera unilateral, sin intentar acordar nada". El jefe del radicalismo, Ernesto Sanz, coincidió con Rossi en el hecho de que el Congreso no avanzó, aunque recalcó que "al menos se logró frenar el avance autoritario del kirchnerismo en el Congreso, como se vio en los últimos siete años".
Para el diputado Claudio Lozano (Proyecto Sur) el error de la oposición fue exhibirse como un "todo homogéneo" en el Congreso, ya que se dieron expectativas desmedidas en la sociedad. Para la líder de GEN, Margarita Stolbizer, las responsabilidades fueron compartidas: "El oficialismo no se reconoció como minoría y nunca tuvo vocación de diálogo. De nuestra parte, como oposición construimos una fantasía de una unidad que no era tal".
A contramano de sus colegas, Patricia Bullrich consideró que "el balance ha sido positivo porque se avanzaron en proyectos muy relevantes, como el 82 por ciento móvil, el acceso a la información pública y un nuevo régimen de publicidad oficial". Por último, para Federico Pinero la actuación de la oposición "fue extraordinaria porque se alcanzaron niveles de acuerdo impensados en temas clave, como la modificación del Consejo de la Magistratura o la modificación de la ley de superpoderes".