Florencio Randazzo está en la encrucijada más difícil de su carrera. Antes del domingo, o más bien en las próximas 24 horas, debe decidir su futuro político: persistir en la candidatura presidencial, contra los deseos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; aceptar la postulación a gobernador bonaerense, un cargo que no desea; o renunciar a todo, incluído el Ministerio del Interior y Transporte, y volver al llano.
Fue un golpe repentino y duro. Hasta el martes, el funcionario estaba convencido de que competiría en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del Frente Para la Victoria como precandidato a presidente. Todo cambió cuando su rival, Daniel Scioli, anunció que su postulante a vice sería Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica y mano derecha de Cristina.
La noticia fue especialmente devastadora para el ministro por dos motivos: Zannini era uno de los impulsores de su candidatura presidencial, y él se enteró de que respaldaría su rival por la televisión. Nadie en Casa Rosada le avisó.
Con ese panorama, Randazzo se reunió con la presidenta esta mañana en la Quinta de Olivos. Cristina le propuso el “baño de humildad” de ser candidato a gobernador bonaerense, según confiaron fuentes oficialistas a Perfil.com. A cambio de declinar su postulación presidencial, la jefa de Estado le prometía bajar a todos sus competidores oficialistas en la provincia de Buenos Aires: en particular, Aníbal Fernández y Fernando Espinoza.
El ministro abandonó Olivos despechado y con la promesa de pensar al respecto. Por un lado, la propuesta le evita competir en una interna que probablemente pierda. Por otro, la gobernación le suena a premio consuelo después de años de lealtad a ultranza al oficialismo. Además, el panorama para 2016 sería poco alentador: teme que Scioli haga con él lo que Cristina hizo durante tantos años con el propio Scioli. Es decir, teme quedar como una figura decorativa en una de las provincias más conflictivas del país, dependiendo de los fondos del Ejecutivo Nacional.
Tras la reunión con Cristina, Randazzo volvió a Casa Rosada. Se rumoreó sobre una posible conferencia de prensa para las 16 que al final no se concretó. Luego se dirigió a su Ministerio y por la tarde anunció que regresaba a su casa en La Plata “a pensar”, comentaron desde el oficialismo a Perfil.com.
El funcionario definiría su futuro mañana, en una nueva reunión con la presidenta que tendría lugar por la mañana en Olivos, según pudo saber este portal. De ahí debe salir con una decisión. Lo espera Daniel Scioli, que espera no competir con él para llegar con fuerza a la primera vuelta contra Macri. También Aníbal Fernández, quien teme confrontar con él por la gobernación y reza para que se baje de todo. Lo aguarda, en definitiva, toda la política argentina. Las horas están contadas.