Los proyectos de Diego Santilli conllevan adhesiones y rechazos, pero nunca son tomados con indiferencia. "Robots" para cazar mosquitos, halcones para controlar a las palomas y una pista de hielo para entretener a los vecinos de Recoleta durante el invierno son algunas de las ideas que llevan el inigualable sello del ministro de Ambiente y Espacio Público.
Con un timing y una creatividad que envidiarían los mejores publicistas, logró llenar páginas en los diarios, ganar minutos en televisión y generar torrentes de comentarios en las redes sociales.
Una de sus últimas creaciones fue anticipada por PERFIL el 17 de diciembre: utilizar halcones entrenados por cetreros para combatir la invasión de palomas que sufre la Ciudad; pero la lista de iniciativas marketineras es mucho más extensa.
Otro hito de su marketing político fue durante la campaña de prevención contra el dengue, en enero de 2010. Santilli instaló dos “robots” atrapa mosquitos, que simulaban la respiración humana, en el Jardín Botánico. Finalmente, se desistió de extender la iniciativa a otros parques porque el costo de los sistemas para evitar que los robaran resultaba prohibitivo.