Con un total de 139 votos a favor y 100 en contra de la UCR, PRO, Frente Peronista y el FAP el proyecto fue aprobado tras casi seis horas de debate, y girado al Senado para su sanción definitiva. El oficialismo superó con holgura la mayoría calificada reclamada por la Constitución por tratarse de una modificación de una ley electoral, que reclama ser aprobada por la mitad más uno de los miembros de la Cámara es decir: 129 votos.
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La presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la kirchnerista Diana Conti, defendió la reforma y confrontó los argumentos opositores, favorables a la incorporación de la boleta única, cuando apuntó que la actual de formato "sábana" es "un instrumento de militancia y de participación política, es una tradición entre nosotros". Y señaló que el reclamo por la boleta única es una "excusa" de la oposición para no acompañar al oficialismo y buscó desalentar cualquier crítica sobre la transparencia por el eventual cambio del formato de DNI al remarcar que "las bondades del sistema de documentación de identidad que ha implementado este Gobierno son a todas luces reconocidas a lo largo y ancho del país".
En ese sentido, el sector opositor señaló que "cuando tuvo mayoría no pudo dar el debate ni del voto electrónico ni de la boleta única".
El proyecto del gobierno busca, entre otros aspectos, reemplazar el DNI libreta y propone implementar la entrega de una constancia de votación al elector, además de crear un Registro Nacional de Infractores y establecer multas que van desde los 50 a los 500 pesos, ante la injustificación de ausencias al acto comicial. Al respecto, el proyecto establece en sus considerandos la realización de un nuevo diseño de DNI en forma de tarjeta, pero en su articulado establece que la antigua libreta de enrolamiento, la libreta cívica y el DNI en su actual formato están habilitados para ser utilizados para votar.
La iniciativa, además, plantea para el caso de los empleados públicos sumar la posibilidad de suspensión en sus funciones.
La macrista Laura Alonso indicó que la reforma "sigue condenando a los partidos políticos de la oposición a competir en un escenario electoral absolutamente desnivelado" y reseñó que una de las inequidades es "la cantidad de boletas" que se ven obligados a imprimir los partidos chicos". La derechista Patricia Bullrich expresó sus reparos a la ley, reclamó la necesidad de consensos para su elaboración, e insistió con reclamar la incorporación de la llamada "boleta única", al señalar que con el sistema actual se produce "el robo de boletas".
Alicia Terada (CC) dijo no entender "el objetivo de la reforma" y coincidió con la ex ministra delarruista en el reclamo por el supuesto "robo de boletas".
Al cierre, el radical Ricardo Gil Lavedra argumentó sobre la oposición de su bancada, al sostener que la reforma es "inaceptable para el ciudadano común", "imprecisa", y que "no disminuye, sino que aumenta las posibilidades de fraude". Recordó que la Constitución reclama una mayoría especial para aprobar las reformas electorales y, por ello, se precisa "un acuerdo entre las fuerzas políticas respecto de las reglas del juego", pero que "el oficialismo entiende que la mayoría calificada es sólo tener el número", puntualizó.
Mientras, Rossi, quien había mantenido un cruce con el cívico y comprovinciano suyo Carlos Comi, pidió disculpas al legislador por haberlo interrumpido y replicó, a la oposición, que en Santa Fe la ley electoral se "modificó cinco meses antes de las elecciones".
De esa manera, Rossi contestó a Comi, quien había indicado que el peronismo provincial había acompañado la reforma santafesina, y dijo que, a pesar de haberle pedido al ex gobernador Hermes Binner que se utilizará en el siguiente período electoral, su propuesta no prospero.
"Cuando se modifican los sistemas electorales el que los modifica sabe si mejora las posibilidades de sus candidatos o no", sostuvo Rossi, y recordó, que, la impresión de la boleta única en Santa Fe, se hizo mediante "adjudicación directa", a través de "un concurso de precios, no de una licitación", y resultaron beneficiadas "la empresa Bolt y una empresa del diario El Litoral y del diario Clarín".
Reseñó que "las dos veces" que el kirchnerismo modificó el Código Electoral se hizo "en años no electorales" y, sobre las modificaciones pedidas por la oposición, indicó que para la anterior reforma del 2009 el kirchnerismo aceptó "cien modificaciones al proyecto de ley" y preguntó: "¿Sabe cuántos bloques de oposición nos acompañaron?, ninguno", al justificar las razones de que se rechazaran esos pedidos.
