Mauricio Macri (PRO) y Sergio Massa (FR) comenzaron a desatar, en silencio, una guerra por cerrar acuerdos con gobernadores, intendentes y personalidades locales en las provincias.
El problema central del FR es que muchos de sus hombres forman parte del descarte del oficialismo. En el caso del PRO, se trata de jóvenes inexpertos que trabajan como voluntarios.
Tanto Macri como Massa mantienen un vínculo con el intendente radical de la capital cordobesa, Ramón Mestre (hijo), uno de los hombres fuertes de la UCR local.
En Corrientes, el gobernador Ricardo Colombi ya se reunió con ambos. A la vez, Colombi abrió la puerta y le pidió a UNEN ampliar su esquema de alianzas.
Otro de los hombres codiciados es el radical Ricardo Buryaile, diputado nacional por Formosa, quien busca arrebatarle la provincia al gobernador Gildo Insfrán. Buryaile jugó el año pasado con el PJ no kirchnerista que anima a Massa pero mantiene diálogo fluido con varios operadores del PRO.
En Chaco, la intendenta de Resistencia, Aída Ayala, estuvo reunida varias veces con el jefe comunal y también se sacó fotos con el ex intendente de Tigre. En ambos espacios la ven como cercana.
En Catamarca y Entre Ríos, la situación es similar, con dos diferencias: en ambas, Massa se recostó sobre el PJ no oficialista y, en una de ellas, el ruralista entrerriano Alfredo de Angeli será candidato del PRO.
En la provincia de Buenos Aires, el PRO está intentando hacer pie con hombres propios (tentó a Julio Cruz, el ex delantero de la Selección, y María Eugenia Vidal sigue recorriendo municipios tres veces por semana) y hasta con un sello nuevo. Allí el acercamiento con intendentes de la UCR sigue en marcha, aunque Massa corre con ventaja: ya se llevó al inquieto Gustavo Posse (el intendente de San Isidro, quien supo estar muy cerca del PRO), tiene su propia liga de intendentes y es quien mejor mide.
En Tucumán, la opción es el diputado nacional José Cano (UCR), quien peleará con el candidato que designe Alperovich, el gobernador K que no puede ser reelecto. En el FR dicen que incluso ya tienen un vice que lo acompañará.
En Salta, Macri cerró un acuerdo con el senador Juan Carlos Romero. Peronista y ex gobernador, Romero también coquetea con Massa.
En muchos de estos distritos, las elecciones a gobernador van separadas de las presidenciales, con lo cual existe la posibilidad de que cuenten con el aval de los dos presidenciables. Cano o Romero, por ejemplo, sueñan con que ambos los apoyen.