Llantos, sollozos y un grito desgarrador. “¡Ay, dónde está mi hijo!”. A su modo, cada familiar expresó su dolor cuando el contingente llegaba esta mañana al cementerio de Darwin, minutos después de las 8. Distintas maneras de mostrar un mismo dolor marcado por 35 años de ausencia y, para muchos de ellos, también incertezas sobre el destino final de su ser querido.
Algunas madres, las más añozas, llegaron con ayuda, en sillas de ruedas o con pasos breves y casinos. Otros llegaban llenos de energía. Con la expectativa de ver por primera vez el nombre de su tío, hermano o hijo acompañar la cruz que hasta hace poco tiempo tenía la leyenda “soldado argentino solo conocido por Dios’.
“Eran compañeros. Murieron juntos”, comentan dos grupos de familiares frente a las tumbas que hoy llevan una rosa y el nombre de cada uno de estos dos amigos que dejaron su vida en la tierra patagónica. Otros familiares, llegaban un poco más tarde, con el segundo contingente. “¿Vamos a ver dónde está?” comentaban dos hermanos. En su voz se sentía más ilusión que dolor.
Por primera vez, 90 familias podían rendir su homenaje a una tumba con nombre. Saben que allí yace aquel hermano, hijo o amigo que dejó su vida en este archipiélago que hoy recibía a 214 familiares con un sol pleno y una temperatura amable, en torno a los 10 grados.
Para que se concrete está visita historica hicieron falta más de 10 años de predica, reuniones y peleas. El principal impulsor fue la fundación No Me Olvides creada por veteranos y familiares en 2008. Con la ayuda de la Cruz Roja, los gobiernos argentino y británico lograron acordar los términos prácticos para llevar adelante, en junio pasado, la exhumación y toma de muestras que permitieron identificar a cada uno de los 90 soldados que hoy ya tienen su nombre en Darwin.
Tras una hora de contacto íntimo y personal, la llegada del gaitero de la guardia escosesa y seis soldados que presentaron sus armas en muestra de respeto. Más tarde, monseñor Seguí ofició una ceremonia religiosa junto a los representantes locales de las iglesias católica y anglicana.
El obispo auxiliar recordó a los caídos argentinos, británicos e isleños. “Entregaron su vida y entregar la vida siempre es entregar por amor”, reflexionó antes de ofrecer la eucaristía a los familiares que la solicitaron.Luego hizo uso de la palabra Fernanda Araujo, titular de la comisión de familiares. Expresó su “respeto por los caídos ingleses, sabemos que tenemos ofrendas de ellos para los nuestros”. También recordó que se hizo entrega de una roza forjada por el orfebre Juan Carlos Pallarols para el cementerio dónde descansan los caídos europeos.
Cuando la guardia escosesa se retiraba Nora y Ruth Robledo se acercaron al gaitero escosés. “Muchas gracias”. Su hermano, Sergio, murió en la guerra con tan solo 20 años. “Creo que esto fue bueno para él”, reflexionó. El respeto entre familiares y los isleños fue la norma. También el agradecimiento.
Dalal Abd, madre del soldado caído Marcelo Daniel Massad, expresó tambin su agradecimiento por el respeto. Pero tambien recordó, “que la sangre se derramó por la soberanía". Para ella, fue la primera vez que lloró así hijo enlace tumba identificada por el trabajo de la cruz roja. “Hablamos un rato” dijo con una expresión que mezclaba el dolor y el alivio.
Ademas de los familiares y amigos, la delegación Argentina estuvo integrada por medios de prensa argentinos y extranjeros, y directivos de la empresa Aeropuertos Argentina 2000, encargada de financiar el viaje que requirió tres aviones y un aceitado operativo coordinado entre la embajada británica en Buenos Aires, las autoridades en las islas, Cancillería y la secretaria de Derechos Humanos, que permitió la fugaz visita a las islas a una semana del 36 aniversario del inicio del conflicto.
También acompañaron el acto efectivos felas fuerzas británicas estacionadas en las islas y el comandante del Reino Unido para el Atlántico Sur, Baz Bennett. Consultado por PERFIL, Bennett explicó que el acto de hoy muestra ”el enorme respeto mutuo que existe entre los veteranos británicos y argentinos”.
Sobre el futuro de la relación bilateral destacó que “los trágicos sucesos de noviembre”, en referencia a la desaparición del ARA San Juan, mostró “que podemos trabajar juntos” y propuso realizar ejercicios de salvataje entremos dos países. Antes, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, destacó la jornada como “una muestra de lo que se puede lograr a través del diálogo". Fue la primera vez desde el conflicto bélico de 1982 que un alto representante del ejecutivo argentino visitó las islas.