El probable regreso del radicalismo a la oposición, sumado a la renovación de cargos parlamentarios y partidarios que se espera para el mes de diciembre, ya comenzó a movilizar el partido, que espera los resultados definitivos de las elecciones del 27 de octubre para arrancar formalmente con la discusión.
Fiel a su historia de eternas internas, hoy conviven en el radicalismo dos tribus mayoritarias que buscarán quedarse con la mayor cantidad de espacios de representación y, además, definir cuál será el rumbo ideológico si es que finalmente Cambiemos abandona la Casa Rosada.
Por un lado, se encuentra el eje tripartito que integran los jefes de los interbloques parlamentarios Mario Negri y Luis Naidenoff y el gobernador reelecto de Jujuy, Gerardo Morales. Este espacio ya está trabajando para sumar voluntades y mantener el esquema en el Congreso y, en el caso de Morales, analiza volver a la conducción del Comité Nacional que se definirá los primeros días de diciembre. En rigor, el jujeño teme que Alberto Fernández castigue a Jujuy con la chequera en caso de que refuerce su visibilidad en el plano nacional.
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Por el otro lado se encuentra el gobernador saliente de Mendoza y titular partidario, Alfredo Cornejo, acompañado por algunos diputados de su provincia y el sector que se referencia en Enrique “Coti” Nosiglia, con Martín Lousteau como principal representante. Envalentonado por el triunfo que logró el radicalismo en Mendoza y luego de haber sacado chapa a nivel interno por haber sido uno de los que más cuestionó a Mauricio Macri, Cornejo va por todo y aspira a continuar en la conducción del Comité o a quedarse con el bloque de Diputados. Sus rivales buscan conformarlo con la vicepresidencia de la Cámara.
A partir de diciembre, la UCR tendrá alrededor de 45 diputados –un número similar al que cosecharía el PRO–, de los cuales Negri ya tendría convencidos a unos 26, según afirmaron a PERFIL desde su entorno. El objetivo del próximo mes será sumar unas treinta voluntades para alcanzar los dos tercios del bloque y quedarse con su control. Desde el sector que lidera Cornejo, le advierten que no le resultará tan fácil a Negri continuar con el mismo esquema de poder. Es que el cordobés fue uno de los que defendió casi sin condiciones la mayoría de las medidas de Cambiemos, sumado a la contundente derrota que tuvo en la elección a gobernador de Córdoba, que incluso llevó a una fractura interna con el sector de Ramón Mestre.
En el Senado, Naidenoff la tiene más fácil ya que por ahora no surgió ninguna figura que le haga frente pues Angel Rozas abandona su banca en diciembre, Silvia Elías de Pérez prefiere dedicarse al trabajo territorial en Tucumán y ningún senador nuevo está en condiciones de pedir la conducción del bloque, incluido Martín Lousteau, que se afilió a la UCR hace menos de dos años.
