El vicepresidente Amado Boudou debería presidir el jueves próximo una sesión donde la Cámara alta buscará aprobar el proyecto que otorga inmunidad a bancos centrales extranjeros ante los tribunales locales. Con un tibio respaldo político, debe resolver cómo armar su juego las próximas semanas. Pronto lo espera otro juez, Claudio Bonadio, quien le tomará declaración indagatoria por la compra de un auto particular cuya documentación no es clara y por otros 19 vehículos de alta gama que adquirió para el Ministerio de Economía sin licitación.
Hace varios meses que al vicepresidente no se lo ve pasear en el primer piso del Senado, donde tiene su oficina, ni cruzar el pasillo que lo conduce hasta el comedor del Palacio Legislativo. Solía cruzarlo de la mano de su novia, Agustina Kämpfer.
El pasado miércoles, en el recinto de la Cámara de Senadores, la oposición estuvo dividida. La Unión Cívica Radical y el interbloque del Frente Amplio UNEN firmaron una carta que se leyó en plena sesión donde le solicitan a Boudou que tome licencia en su cargo. Por su parte, el PRO y el Peronismo Federal apoyaron la idea de que se constituya la Comisión de Juicio Político, gestión que fracasó al día siguiente en Diputados.
Entre los senadores del FpV hubo un inédito silencio del siempre inquieto formoseño José Mayans, y casi en soledad el salteño Rodolfo Urtubey defendió de manera más técnica que política a Amado Boudou. Dos horas más tarde, para cerrar el debate el titular de la bancada del FpV, Miguel Angel Pichetto, sentenció: “La licencia implica la toma de una decisión individual del vicepresidente” y agregó que también forma parte del “ámbito propio del Poder Ejecutivo Nacional”.
La próxima sesión del Senado convocada para el 10 de julio tiene como único tema de agenda el tratamiento de una propuesta que establece que los bancos centrales extranjeros u otras autoridades monetarias extranjeras son inmunes a la jurisdicción de los tribunales argentinos. El proyecto tiene consenso y se espera que sea aprobado. Es la primera prueba en el Parlamento para Boudou tras el procesamiento. Puede presidirla y resistir los ataques de una oposición que hasta ahora resultó cauta en la Cámara alta, o eludirla.
El último miércoles, Boudou llegó al país, minutos después de que finalizara el debate en el Senado, que originó el pedido de la oposición para que tomara licencia en su cargo. Y aunque la sesión continuó, el vicepresidente no se dirigió a la Cámara alta. Prefirió descansar de su viaje oficial.
El Senado continúo el tratamiento de las iniciativas acordadas en Labor Parlamentaria bajo la presidencia del santiagueño Gerardo Zamora. Se aprobaron varios proyectos, entre ellos se convirtió en ley el que regula la responsabilidad del Estado.