El primer puesto ya tiene nombre y apellido, pero de cara a octubre en estas elecciones primarias el ganador no es solamente el que logre reunir la mayor cantidad de votos sino que también lo será el opositor que demuestre estar mejor posicionado para enfrentar a la Presidenta Cristina Kirchner en las elecciones nacionales del 23 de octubre.
Como productor atento al minuto a minuto del rating televisivo, el Frente Popular de Duhalde y la Unión por el Desarrollo Social de Ricardo Alfonsín esperaban el recuento de los votos para ocupar el segundo escalón en el podio de los precandidatos presidenciales. El resultado final terminó favoreciendo al radical por apenas 1.500 votos: Alfonsín obtuvo el 12,7 por ciento de los sufragios y Duhalde el 12,6.
Los únicos distritos en los que el líder del Frente Popular consiguió el segundo puesto fueron Chubut, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires. Duhalde se quedó con la mayoría de los votos en las únicas tres comunas en las que no ganó el Frente para la Victoria: la 2 (Recoleta), la 13 (Nuñez, Belgrano y Colegiales) y la 14 (Palermo).
El Salguero Plaza fue el lugar elegido por Duhalde como búnker. El mismo Duhalde que tras unas frustradas internas en el PJ decidió armar a meses de los comicios su propio partido de manera de poder presentarse como único candidato de su fuerza.
Ya pasadas las seis de la tarde los únicos presentes eran los periodistas preparando sus equipos y a la espera de la llegada de los miembros del Frente Popular acompañados por música de fondo y una iluminación tenue con un dejo de rosado generado por la luminosa pantalla fucsia del fondo del escenario con las imágenes de Eduardo Duhalde y su compañero de fórmula Mario Das Neves.
En pocos minutos, el salón del tercer piso comenzó a llenarse con la llegada de familiares, conocidos y adherentes del partido. Pocas caras conocidas se hicieron presentes: Gustavo Amadeo, candidato a gobernador bonaerense que quedó tercero con el 8.92% de los votos, su vice Claudia Rucci, Christian Lence, segundo en la lista de senadores nacionales, el candidato a diputado nacional Carlos Ruckauf y el "Tula" -sin su famoso bombo- fueron los más destacados.
Los primeros resultados de boca de urna ya declaraban ganadora a Cristina Kirchner y Duhalde se ubicaba en el segundo puesto seguido de cerca por Alfonsín. Reinaba un clima optimista mientras se anunciaba la presencia de Duhalde y Das Neves para las 22.
En medio de la espera, la música se cortó cuando se proyectó un fragmento del discurso de cierre de campaña de Duhalde. El spot de campaña que también se pudo ver por la pantalla fue seguido de aplausos y unos pocos gritos en señal de apoyo.
Cerca de las 20, Carlos Brown subió al escenario para denunciar un eventual fraude electoral. Aseguró que no estaban de acuerdo con el 50% de votos que se había atribuido el kirchnerismo con las palabras del Ministro del Interior Florencio Randazzo. El Jefe de Campaña sostuvo que según los datos obtenidos por el Frente Popular la presidenta se ubicaba en primer lugar con el 41% de los votos mientras que Eduardo Duhalde había captado el 21%. El posterior recuento de los votos demostró que estaba equivocado.
Pasadas las diez de la noche el salón se convulsionó. Fuertes aplausos y una lluvia de papeles verdes y fucsias recibieron en el escenario a Eduardo Duhalde y Mario Das Neves que se abrazaron y levantaron los brazos listos para la foto perfecta. Los recibió un salón sin demasiado público, ya un poco desganado y menos seguro con los resultados.
Detrás de ellos subieron Chiche Duhalde, Gustavo Amadeo, Claudia Rucci, Graciela Camaño, Gerónimo “momo” Venegas y Carlos Brown que se ubicaron de un lado y otro del escenario.
Duhalde y Das Neves, de igual estatura y vestimenta excepto por el color del pantalón, se ubicaron detrás del atril. En su discurso, Duhalde señaló que creía que iban a estar claramente en segunda vuelta a partir de octubre y sostuvo que su equipo esperaba salir segundo con una buena distancia para darle un susto al kirchnerismo en las elecciones nacionales.
Aseguró que su gobierno no quitaría los planes sociales para indigentes y que ya presentó un proyecto de renta básica de ciudadanía siguiendo el modelo de Lula que en Brasil permitió incorporar a 30 millones de pobres a la clase media.
Después de felicitar al oficialismo por la victoria, destacó la importancia de las elecciones primarias y señaló, asumiendo la derrota, que un resultado electoral no modificaría sus convicciones.
"Cuando veo flamear banderas de organizaciones subversivas porque son o lo han sido digo que este no es el peronismo en el que yo creo. Soy del peronismo de Juan Perón y Eva Perón. De un peronismo que no cree en las agresiones; que está con la idea de que es una revolución en sí misma la hermandad de los argentinos", señaló Duhalde.
No se hicieron presentes, como temían algunos organizadores del evento, grupos de militantes en reclamo del asesinato de Kosteki y Santillán, dos jóvenes militantes que fueron asesinados por la Policía Bonaerense en la llamada “masacre de Avellaneda” durante la presidencia de Eduardo Duhalde.
Con estos resultados, la presidenta se reafirma en el primer lugar de cara a las elecciones del 23 de octubre y queda al descubierto nuevamente la falta de un líder opositor con la suficiente fuerza para hacerle frente. La oposición tendrá dos meses para debatir y consolidar alianzas que le permitan fortalecerse y sumar más votos si lo que pretende es quitarle el sillón presidencial a Cristina Kirchner.
(*) Especial para Perfil.com.