La imputación de Lázaro Báez incluyó también una dura crítica a la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo antilavado que gira bajo la órbita del Poder Ejecutivo. En su dictamen, el fiscal federal Guillermo Marijuán dedicó un explícito párrafo para enrostrarle al titular de la UIF, José “Pepe” Sbatella, que envía información financiera sobre los amigos del poder K sólo cuando los casos son “de público conocimiento por difusión mediática”.
“No quiero dejar de expresar también mi profundo malestar por advertir que los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) son judicializados cuando ya el suceso es de público conocimiento por difusión mediática”, lo cual “conspira con el éxito de cualquier investigación”, dijo Marijuán. Para el fiscal “lo correcto hubiese sido” estar “por delante de las noticias” y así conseguir “pruebas que cualquier fiscal, juez o investigador, necesita para avanzar”.
Ahora, Marijuán espera que la UIF envíe los ROS de las empresas de Lázaro, y de los nuevos imputados: Martín Báez, Daniel Pérez Gadín y Fabián Rossi, ya que el organismo se limitó a enviar informes sobre Leonardo Fariña y Federico Elaskar. Ya se sabe que hubo ROS no reportados de los años 2003 a 2005.
PERFIL informó el domingo que la UIF tendría ROS recientes de una de las empresas de Lázaro Báez que jamás reportó a la Justicia: la constructora Gotti SA. En la causa, no están.
Los últimos ROS que Sbatella envió a la Justicia son dos: uno sobre la financiera SGI, por el movimiento sospechoso de casi 4 millones de pesos en dos meses; y otro sobre Fariña, porque intentó comprar dos autos de alta gama con fondos cuyo origen no puede justificar.
En la UIF sostuvieron que hasta diciembre el organismo realizaba 180 colaboraciones con la Justicia y era querellante en 150 causas. Lo que le endilga Marijuán es que sólo acciona cuando se trata de enemigos del Gobierno. Por ello, la UIF ya está siendo investigada en otra causa.
En los últimos seis años, la UIF envió a la Justicia 704 expedientes. Por ley, los bancos informan cada operación sospechosa de posible lavado a la unidad. Si el organismo de Sbatella considera que hay un delito, envía las operaciones a la Justicia.
Según las estadísticas judiciales a las que accedió PERFIL, en su primer año en la UIF, Sbatella envió 103 expedientes sobre lavado. Era 2010. Fueron 52 expedientes menos que los que había enviado su antecesora, Rosa Falduto.
En 2011, la cifra siguió bajando. Sólo enviaron 62 expedientes. El año pasado, fueron 43 expedientes.
Una denuncia de la UCR
El jefe del bloque de senadores radicales, José Manuel Cano, presentó ayer una denuncia penal contra el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbatella y su antecesora, Rosa Falduto; por presunto “incumplimiento en los deberes de funcionario público”.
Cano aludió a los reportes de operaciones sospechosas que, según la denuncia, la unidad evitó entregar a la Justicia.
En la presentación, el legislador sostuvo que los registros “no fueron debidamente investigados o no fueron informados en tiempo y forma al Ministerio Público para iniciar la acción penal correspondiente”.
La denuncia apunta específicamente a una alerta emitida por un banco, según la cual aparecían “sospechosas operaciones de la firma Invernes, sociedad a cargo del financista Ernesto Clarens, de estrechos vínculos con los Kirchner y el empresario Lázaro Báez, que dirigirían una poderosa red de lavado de dinero”.