Una cosa está clara: el polémico secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno seguirá siendo parte del Gobierno tras la asunción de Cristina Fernández de Kirchner el 10 de diciembre próximo. El punto sobre el que todavía no hay acuerdo es sobre qué cargo ocupará.
Mientras Néstor Kirchner quiere mantenerle el puesto actual, por lo menos hasta marzo para reconocerle su trabajo durante los últimos años, su esposa, la presidenta electa Cristina Fernández de Kirchner está convencida de que Moreno ahuyenta inversores, según trascendidos que publicó esta mañana el diario La Nación.
Acusado de ser el principal impulsor de las alteración del índice inflacionario en el INDEC, que expertos afirman es de casi el doble de lo que indica la cifra oficial, el actual secretario de Comercio se ganó una mala fama entre inversores y tanto Cristina como el jefe de Gabinete Alberto Fernández coinciden en que llegó el momento de removerlo del puesto.
Los controles de precios, impulsados desde su Secretaría, tampoco ayudan a promover las inversiones productivas a largo plazo que el próximo Gobierno necesitará si pretende mantener la tasa actual de crecimiento económico.
Según el matutino, Cristina se inclina por concederle a Moreno un cargo menos expuesto a las críticas de los medios y del extranjero, que según trascendió podría ser en la petrolera estatal Enarsa.