Dado que el 24 de agosto vence la prórroga para que el Ejecutivo imponga impuestos sobre el comercio exterior, en el Congreso ya comenzaron las negociaciones entre oficialismo y oposición para acordar los nuevos términos de esta prórroga. Según informó hoy El Cronista, la idea es crear una “delegación controlada” de las facultades legislativas delegadas al Poder Ejecutivo en materia de política arancelaria.
En concreto, se dejaría en manos del Gobierno la potestad de mover las alícuotas de derechos exportación e importación en una banda o franja determinada. Pero ante cualquier incremento de los valores porcentuales sobre el techo establecido, el mismo deberá ser tratado en el Congreso.
A pesar de las especulaciones acerca de que sectores de la oposición votarán en contra de las prórrogas, la mayoría acuerda en que el Gobierno debe tener cierto margen de acción en el terreno arancelario ante cambios ocasionales de los precios de productos y materias primas a nivel internacional.
La idea surgió en la reunión de jefes de bloque y autoridades de la Cámara baja del miércoles pasado. Mucho influyó el hecho de la derrota del 28 de junio para que los legisladores oficialistas accedan a la negociación.
La defensa por parte del kirchnerismo se dio a través del jefe de la bancada, Agustín Rossi, quien advirtió que no se podía dejar al Estado sin recursos y sin herramientas en materia arancelaria por importaciones y exportaciones.
Diputados de la oposición hablaron con el matutino sobre el proyecto: “Se trata de buscar una herramienta que deje un margen acotado al Ejecutivo para mover, con aviso al Congreso, los aranceles en una banda o franja de porcentaje determinada. Y si se quiere ir con valores mayores a ese límite, que esos montos sí los resuelva por ley el Congreso”.
Reclamo por girasol. Por su parte, la Asociación Argentina del Girasol (Asagir) reclama que la oleaginosa no quede al margen de una eventual baja de las retenciones a las exportaciones, según informó La Nación.
"Por la pérdida de competitividad a partir del incremento de las retenciones, el girasol ha comenzado a desaparecer de la agricultura argentina. De una campaña a la otra, la producción cayó el 48 por ciento", sostiene la entidad. Asagir pide una baja de las retenciones de "por lo menos 13 puntos o que el cultivo reciba el mismo tratamiento que el trigo y el maíz".