POLITICA
choques laborales

El conurbano norte se convierte en la zona dura del sindicalismo

Se multiplica la conflictividad en fábricas y parques industriales. Las causas de los cambios en la geografía de las protestas.

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La región industrial de la zona norte del Conurbano se está convirtiendo en el lugar más caliente en materia de conflictos laborales. Tomas de fábricas, cortes en la Panamericana y bloqueos a los parques industriales fueron las principales medidas de fuerza que sacudieron a algunas de las industrias que más crecieron en los últimos diez años.
La militancia de la izquierda, el crecimiento de sectores sindicales independientes y la incorporación de una nueva generación de trabajadores que rechazan a las direcciones gremiales son algunas de las claves que explican este fenómeno.
“En pocos años, el promedio de edad en algunas industrias bajó en 20 años”, explica Héctor Heberling, dirigente del Nuevo MAS, “es una generación más abierta a las ideas de la izquierda, con menos experiencia pero sin la ‘mochila’ que traían otras generaciones”. Coincide en este punto Carlos Moreira, del PTS: “Muchos trabajadores tenían 12 o 13 años cuando fue la crisis de 2001, no conocen más que la relativa prosperidad que se vivió desde 2004”.
En tanto, la cercanía de las industrias, la interdependencia de las fábricas y una corriente de activismo que une a trabajadores de distintas fábricas ayudan a entender el impacto que han logrado las últimas medidas de fuerza.
La paralización de la industria automotriz que consiguieron nueve trabajadores despedidos ocupando el puente grúa de la planta de Gestamp en Escobar fue el caso que más notoriedad pública tomó. Pero dista de ser el único. A principios de mes, una protesta por la reincorporación de trabajadores de la autopartista Kromberg & Schubert paralizó con un bloqueo la actividad del Parque Industrial de Pilar, el más grande del país, donde operan unas 200 compañías.
La empresa Lear es para los referentes sindicales el próximo foco de conflicto. Ocurre que en lo que va de junio tuvo más de 200 suspensiones y dos despidos. Los delegados denuncian que, por presión de las terminales automotrices, se están importando productos para evitar el desabastecimiento que podría generar una protesta.
En el orden paritario, la seccional combativa del sindicato de neumáticos de San Fernando, que coordinó acciones de protesta con el Partido Obrero (PO), impulsó el rechazo al acuerdo paritario –30% más suma fija de $ 4 mil– firmado por el gremio que lidera Pedro Wasiejko, de la CTA oficialista. En tanto, la fuerte presencia combativa en las empresas alimentarias, con Kraft como su emblema, también marcó una fuerte presión para el gremio que dirige el cegetista Rodolfo Daer, que logró 35% de aumento.
Si en 2001, la zona caliente del conflicto social fue el sur del Conurbano, en la  recta final del gobierno kirchnerista las fábricas de la zona norte concentran la conflictividad en la que priman las consignas que impulsan sectores combativos y de izquierda.